Fundamedios repudia contenido del programa de La Posta en TC

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Fundamedios se ha sumado al rechazo al contenido del programa de La Posta en el medio incautado TC, que la noche del domingo difundiera una imagen del presidente de la CONAIE, el líder indígena Leonidas Iza, en una ilustración de tiro al blanco, y que en otro momento del programa usaran una acróstico para escribir la palabra «cabrón», en referencia a él.

Este es el comunciado:

«La libertad de expresión no es un todo acabado, donde todo está escrito y todo está dicho. En realidad, es un derecho en permanente tensión con otros derechos y que se construye o destruye de forma diaria. Los límites de la libertad de expresión son móviles y se construyen a golpe de duras luchas que implican leyes, fallos jurídicos y ese corpus llamado “estándares internacionales”, donde hay sentencias de cortes internacionales, pronunciamientos de expertos, resoluciones de organismos internacionales, interpretaciones, etc.

Todo este debate no es siempre pacífico, porque nada se dice en blanco y negro. Una de las discusiones más vehementes que se tiene hoy es sobre el discurso de odio que no es lo mismo que lenguaje discriminatorio. 

Este domingo, se insultó al nuevo presidente de la CONAIE, al llamarlo “cabrón”, palabra que se utilizó como un acrónimo de “campesino, anarquista, bronquista, relevante, obsesivo, narcisista”. Puede disgustar a muchos, pero el insulto puede ser una forma legítima de expresión. Las figuras públicas, muchas veces, pueden ser blanco de expresiones injustas, de mal gusto, satíricas, hirientes. No obstante, también hay un límite para lo admisible más aún cuando se tratan de expresiones difundidas en uno de los canales de televisión de alcance nacional, de enorme sintonía y bajo administración estatal. Ese límite es la dignidad humana y la promoción de la violencia.

El propio Artículo 13 de la Convención Americana de DDHH lo señala en su inciso 5to:

Estará prohibida por la ley toda propaganda en favor de la guerra y toda apología del odio nacional, racial o religioso que constituyan incitaciones a la violencia o cualquier otra acción ilegal similar contra cualquier persona o grupo de personas, por ningún motivo, inclusive los de raza, color, religión, idioma u origen nacional.”

Cuando la ironía se transforma en insulto y este, además, se acompaña de expresiones violentas como lanzar dardos a la imagen de una persona, se ha traspasado el límite y es posible que incluso se haya transgredido leyes expresas que castigan el delito de odio. Y volvemos a repetir los agravantes: en televisión de alcance nacional, horario estelar y bajo administración estatal.

Es por eso que no bastan disculpas por Twitter y el canal de televisión debe claramente señalar su mea culpa, establecer por qué no han funcionado procesos internos de calidad periodística para evaluar los productos que se emiten al aire, más cuando son producidos con dineros del contribuyente.

A su vez, saludamos el saludable debate que se ha iniciado desde diversos sectores periodísticos que han reaccionado estableciendo, claramente, que la búsqueda indiscriminada y sin límite de audiencia y de réditos económicos no puede reemplazar a la ética y el rigor periodístico. Con ese debate, es justamente como se construye la autorregulación para ejercer un periodismo con inteligencia y con respeto. La República.

  • Comunicado de Fundamedios
Lenidas Iza, presidente de la CONAIE.

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