
Arabia Saudí se prepara para recibir a 60.000 personas a partir del fin de semana en las ciudades sagradas de La Meca y Medina para la peregrinación anual o «hach», con estrictas medidas de prevención y control para evitar contagios por el coronavirus echando mano de la tecnología.
Se trata del segundo año en el que el reino limita el número de peregrinos y sólo permite a los residentes en el país realizar el hach, que antes de la pandemia efectuaban unos dos millones de fieles de todo el planeta. Además, este año, todos los peregrinos tendrán que estar vacunados con la pauta completa.
El gobernador de La Meca y responsable del comité organizador del evento religioso, Jaled al Faisal, dio su visto bueno en un recorrido el lunes por los recintos religiosos, en los que «se emplea la tecnología para servir a los peregrinos», según medios locales.
Aparatos de desinfección, puertas de control y accesos inteligentes para garantizar la distancia de seguridad han sido instalados en el recorrido de la peregrinación, incluido en la Kaaba, el edificio sagrado alrededor del cual los musulmanes dan vueltas, ubicado en la Gran Mezquita.
En las instalaciones de ese recinto, así como en la mezquita del profeta Mahoma, en la ciudad de Medina, las autoridades emplean robots esterilizadores y otros para el reparto de agua sin contacto.
Por primera vez en el hach, cada uno de los peregrinos tendrá una «tarjeta inteligente» de identidad, con información acerca de su estado de salud, su nacionalidad y su lugar de alojamiento.
Para evitar aglomeraciones, existen cuatro centros en las afueras de La Meca para recibir a los fieles a su llegada a la ciudad y agilizar su traslado en autobuses a los hoteles que rodean la Gran Mezquita.
Según la agencia oficial de noticias saudí, SPA, «se ha preparado más de un millón de comidas» para el hach, que se extiende del 18 al 23 de julio, y «a cada peregrino se le servirán las comidas en su habitación para evitar reuniones en los comedores».
Durante esos seis días, cada peregrino podrá utilizar aplicaciones de móvil para, entre otras necesidades, pedir comida extra o reservar algún medio de transporte para desplazarse.
El hach, que el reino permitió el año pasado a tan sólo un millar de personas, es uno de los cinco pilares del islam y es obligatorio para todo musulmán con capacidad física y económica al menos una vez en la vida.
En 2020, la pandemia dejó unas estampas poco habituales en La Meca y Medina, donde la muchedumbre se agolpaba en años anteriores, en los que se registraron incidentes y estampidas mortales. La República.