Rochester, Estados Unidos
Dolorosa e indignante la situación en Afganistán.
Y cómo en todas las crisis, surgen ya voces urgiendo al gobierno americano que tome posición en el conflicto. O mejor dicho, que siga sacrificando vidas, tiempo y dinero para frenar al fundamentalismo y la barbarie. Terrible encrucijada! Porque no importa cual decisión se tome, serán blanco de críticas. Y no importa el desenlace, no satisfará a todos.
Desde nuestra poltrona, muy cómodos y sagaces, ordenamos a otros que solucionen lo que desde nuestra visión es incorrecto o peligroso. Por supuesto, nosotros somos los de la idea. Los otros solo tienen que ejecutarla. Sencillo. Es con esa filosofía que vamos por la vida, solucionando entuertos propios y ajenos, prevalidos de nuestra lógica y del hecho cierto que no arriesgamos nada. Fantástico !
Si no hay empleo, que lo solucionen otros. Si hay que sacrificarse, que lo hagan otros. Porque nosotros, ( no importa a qué gremio nos pertenezcamos ) somos intocables.
A nadie se le ocurre arrimar el hombro, ni aportar con su esfuerzo personal para lograr la meta común. Eso les corresponde a los otros. A los que sí se mojan el poncho, los que toman riesgos, los que asumen responsabilidades. Y a los que son víctimas de su liderazgo.
Pobres mujeres afganas ! Por haber cometido el pecado de querer emanciparse, serán sometidas nuevamente por una horda demencial y dolorosa, porque los otros, y nosotros, no hacemos nada.
Una vez constatada esta dolorosa verdad, a encogerse de hombros y a otra cosa. Porque no importa el apoyo que otros den a cualquier causa, desde la reconstrucción de Notre Dame hasta el terremoto en Haití, siempre habrán voces que cuestionen, minimicen o censuren el esfuerzo.
Increíble pero muy humano. Por eso pululan los tiranos, los totalitarios, los magos. Porque viven de la desidia y torpeza del resto. Aparecen y toman en sus manos la responsabilidad de hacer algo, y la platea aplaude sin reflexión alguna, porque se está haciendo algo. No está claro qué, per es algo.
Pocos son quienes analizaron el sendero por el que arrojaron a Cuba, Chechenia, Afganistán, etc, las veleidades socialistas y las ideas luminosas de sus improvisados. Más sencillo era criticar a los gringos que apoyar sus esfuerzos.
Hoy se abre una nueva página de una historia repetida cien veces, y que muy probablemente tendrá un epílogo similar a las anteriores. Pero es importante demostrar empatía, carajear la inacción de los otros, en vez de reconocer su tesón y esfuerzo para sacarnos de los hoyos que la humanidad cava permanentemente, mientras nosotros contemplamos a prudente distancia la debacle .
Qué duro es aceptarlo. Pero eso somos. Una mayoría de pusilánimes ansiosos por lograr soluciones sin esfuerzo de nuestra parte. Pobres mujeres !
Censuramos el abuso a la lejanía y callamos el acoso a diario en nuestras narices. La esperanza es sin embargo lo último que muere. Hagamos votos para que una vez más, los otros solucionen los problemas. Porque así es la vida, según dicen.
