El «modelo autoritario» del expresidente estadounidense Donald Trump no solo afectó a la prensa de ese país, sino que además tuvo sus «réplicas y variaciones» en otras naciones de Latinoamérica con periodistas que enfrentan hoy una estigmatización oficial, según afirmaron este miércoles varios comunicadores.
Uno de los casos más señalados durante un panel de la 77 Asamblea General de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), dedicado específicamente a la estigmatización oficial contra la prensa, fue el del presidente salvadoreño, Nayib Bukele.
«Bukele es un excelente alumno de los modelos autoritarios. Ahora está declinando su popularidad, pero ya ha consolidado el poder», dijo el periodista salvadoreño Ricardo Avelar al reseñar la situación actual de la prensa en su país, afectada por una «pirámide de agresión» oficial.
Esa pirámide, señaló, «empieza con Bukele con difamaciones a periodistas, comienza a bajar a sus bases, a los diputados, y luego se vuelve más agresiva», detalló el periodista del medio digital elsalvador.com
Durante la sesión, en la que también participaron periodistas de México, Argentina y Estados Unidos, Avelar advirtió de que en El Salvador «se está configurando un clima de autocensura» a partir de presiones oficiales, entre ellas «la amenaza constante de cerrar medios».
«Estamos viendo un camino acelerado de cómo la estigmatización se va convirtiendo en violencia. Yo cubro política, temas de estado de derecho, pero su base (la de Bukele) no está muy interesada en estos temas», apuntó Avelar, para quien el actual presidente ha perdido popularidad en los últimos meses.
En su opinión, el Gobierno salvadoreño «está perdiendo en las redes y empieza a perder en la calle», dijo en referencia a los más de 40.000 salvadoreños, según sus cifras, que protestaron en la vía pública el pasado 15 de septiembre por diversas decisiones tomadas en poco más de dos años de Administración, tales como la adopción del bitcóin y la deriva «autoritaria» del mandatario.
«En El Salvador tenemos pequeños Trump», acotó.
Líderes cerrados a la crítica
En este mismo contexto de intento de control de los medios de comunicación habló la periodista mexicana Martha Ramos para referirse al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.
«Es una persona que no está abierta a la crítica» mientras «gusta mucho de empaparse de pueblo, casi como si estuviera en campaña», comentó.
«Lo peligroso es un estilo de romper con los medios que están asumiendo gobernadores como el de Puebla y Baja California, con descalificaciones constantes e increíblemente personales señalando con el dedo a reporteros», precisó Ramos, coordinadora nacional de la Organización Editorial Mexicana.
Desde Argentina, el comunicador Daniel Dessein se refirió a «una crisis de reproches cruzados y de peleas intestinas» entre la coalición gobernante que afecta significativamente al trabajo de la prensa.
Según Dessein, en las ultimas semanas se dieron «recriminaciones cruzadas» que han agudizado las críticas contra el periodismo «en una de las alas de la colación, el kirchnerismo».
Mencionó como ejemplo la reacción en redes sociales del ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, en contra del humorista gráfico Cristian Dzwonik (conocido como Nik), quien cuestionó en un tuit la decisión del gobierno nacional de regalar electrodomésticos en un intento por captar votos para las elecciones de medio término que se celebrarán el 14 de noviembre.
Fue «un mensaje intimidatorio contra el conocido dibujante de La Nación en el que se metió con las hijas del humorista, y ahí cruzó una barrera, porque parece una táctica mafiosa (…)», dijo.
Ricardo Trotti, presidente de la SIP, dio cuenta igualmente del estado de la prensa en Brasil, donde un informe recogió «numerosos casos de intimidación a periodistas y ataques físicos y verbales frecuentes» por partidarios del presidente, Jair Bolsonaro.
Sasha Dudding, del Comité de Reporteros por la Libertad de Prensa en Estados Unidos (RCFP, por sus siglas en inglés) afirmó, por su parte, que en EE.UU. «el discurso de Trump» se ha convertido «en violencia física» y en una retórica de presentar casos en los tribunales.
«Aquí se ve mucho una retórica que ha permitido que mucha gente presente demandas judiciales. El que se ve reflejado en una historia que no le gusta se siente empoderado para cursar una demanda, se ha vuelto algo contagioso», argumentó Dudding.
Como moderador del panel, Carlos Jornet, director de la comisión de Libertad de Prensa de la SIP, dijo que «Trump, de algún modo, aprendió de los populismos latinoamericanos» y estos luego han replicado a su vez su modelo. EFE (I)