La Alta Comisionada de la ONU para los derechos humanos, Michelle Bachelet, pidió este lunes la liberación inmediata de la exdirigente depuesta y Nobel de la paz birmana, Aung San Suu Kyi, que acaba de ser condenada a cuatro años de prisión por un tribunal controlado por los militares.
Suu Kyi, líder del partido Liga Nacional para la Democracia (LND), fue arrestada junto con el presidente también depuesto Win Myint el pasado 1 de febrero durante el golpe de Estado perpetrado por el Ejército.
La Oficina de Bachelet ha recibido información del arresto arbitrario en Birmania de al menos 10.000 personas que son consideradas opositoras y de la muerte de 175 de ellas en custodia, muy probablemente por torturas y entre las cuales se encontraban numerosos miembros de la LND.
Bachelet consideró que la condena de Suu Kyi ha sido producto de «un juicio falso realizado en secreto ante un tribunal controlado por los militares, lo que hace obvia su motivación política».
Agregó que con esta acción no sólo se niega de forma arbitraria la libertad de la líder birmana, sino que también se cierran las puertas a cualquier diálogo político y se muestra claramente la intención de la jerarquía militar de eliminar a toda la oposición.
«Este veredicto contra Aung San Suu Kyi no hará sino profundizar el rechazo al golpe y endurecerá las posiciones, cuando lo que se necesita es un diálogo y una solución pacífica y política a esta crisis», señaló Bachelet en un comunicado.
La alta comisionada también condenó el ataque «despiadado» registrado este fin de semana en la ciudad de Yangon, donde las fuerzas de seguridad utilizaron un camión para embestir a manifestantes desarmados y luego dispararon contra ellos. EFE (I)