La alemana Biontech y su socio estadounidense Pfizer iniciaron su primer ensayo clínico para probar una vacuna contra el coronavirus diseñada específicamente para la variante ómicron, informaron hoy ambas firmas.
El ensayo busca probar la seguridad, tolerabilidad y eficacia de la vacuna candidata. En el estudio serán sometidos hasta 1.420 sujetos a prueba, que se dividirán en tres grupos, apuntaron las empresas.
El primer grupo está formado por unos 600 participantes que ya han recibido dos dosis de la vacuna anterior entre 90 y 180 días antes del inicio del estudio y que ahora van a recibir una o dos dosis de la vacuna contra la variante ómicron.
El segundo grupo, de casi igual tamaño, está formado por personas que han recibido la tercera dosis denominada de «refuerzo» y que ahora recibirán otra dosis de la vacuna convencional o una dosis de la vacuna contra la variante ómicron.
El tercer grupo, compuesto por algo más de 200 sujetos, está formado por personas no vacunadas que no han contraído previamente la covid-19 y que recibirán tres dosis de la vacuna desarrollada contra la variante ómicron.
«El estudio forma parte de nuestro enfoque científico para desarrollar una vacuna basada en una variante que proporcione una protección contra el ómicron similar a la que hemos observado con variantes anteriores pero que a la vez dure más tiempo», explicó el director general de Biontech, Ugur Sahin.
Aclaró que las vacunas siguen ofreciendo un alto nivel de protección contra los cursos graves de ómicron.
Biontech y Pfizer anunciaron hace unos quince días que habían iniciado la producción de una vacuna adaptada a la variante ómicron para su posterior uso comercial.
Biontech dijo que las dos empresas estarían «listas para abastecer el mercado en marzo, una vez obtenidas las aprobaciones reglamentarias». La Agencia Europea de Medicamentos (EMA) aún no se ha pronunciado sobre si considera necesaria una vacuna adaptada a ómicron con una composición diferente a la que se utiliza actualmente. dpa