El presidente de EE.UU., Joe Biden, prometió este miércoles imprimir un «carácter de urgencia extremo» a la lucha contra el cáncer, tal y como se ha hecho con los tratamientos contra la COVID-19.
En un acto en la Casa Blanca, Biden relanzó una iniciativa que ya lideró cuando era vicepresidente con Barack Obama (2009-2017) y que tiene como meta «terminar con el cáncer tal y como lo conocemos».
«Igual que recurrimos a la ciencia para desarrollar vacunas y tratamientos de última generación contra la COVID-19, aportaremos un carácter de urgencia extremo a la lucha contra el cáncer», aseguró el mandatario.
Biden, cuyo hijo Beau falleció en 2015 por un tumor cerebral, se marcó el objetivo de reducir la tasa de mortalidad del cáncer en un 50 % durante los próximos 25 años, una meta que consideró «ambiciosa» pero «totalmente alcanzable».
Recordó que en los últimos 20 años, las muertes por cáncer ya se han reducido el 27 % en Estados Unidos, según los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés). «(Queremos) convertir más sentencias de muerte por cáncer en enfermedades crónicas con las que la gente pueda vivir, y proporcionar más apoyo a los pacientes y sus familias», explicó Biden ante un centenar de personas, entre ellos supervivientes de cáncer, investigadores, médicos, cuidadores y familias.
El mandatario recordó que el cáncer sigue siendo la segunda causa de muerte en Estados Unidos, solo por detrás de las enfermedades cardiovasculares, y que ha matado a más personas que la COVID-19 en los últimos dos años. Por eso, hizo un llamamiento a que se recupere el tiempo perdido durante la pandemia en la detección de cánceres, puesto que en los pasados dos años la prioridad de la COVID-19 hizo que muchos estadounidenses pospusieran exámenes médicos que pueden ser claves para esos diagnósticos.
En el último discurso como presidente sobre el Estado de la Unión ante el Congreso en 2016, Obama encargó a Biden -que entonces era su vicepresidente- liderar el llamado «lanzamiento a la Luna» del cáncer, estableciendo un paralelismo con la promesa que hizo en 1962 el presidente John F. Kennedy de llevar al hombre al satélite de la Tierra.
En diciembre de ese mismo año, todavía con Obama como presidente, el Congreso aprobó 1.800 millones de dólares en fondos para el Instituto Nacional del Cáncer (NCI, por sus siglas en inglés) a repartir durante siete años, que concluyen en 2023. Biden no tiene por el momento intención de pedir más fondos al Congreso para ese instituto, aunque sí quiere financiación para crear una nueva agencia bajo las siglas ARPA-H, que se centrará en investigar sobre el cáncer, la diabetes y el alzheimer. EFE (I)