El primer ministro británico, Boris Johnson, subrayó este lunes que el positivo por COVID-19 de la reina Isabel II es un «recordatorio de que la pandemia no ha terminado», al tiempo que, paradójicamente, anunció el levantamiento de las últimas restricciones en Inglaterra.
Como estaba previsto, en una declaración ante la Cámara de los Comunes, el líder conservador detalló hoy su plan destinado a convivir con el coronavirus en este país al conminar a los ciudadanos a pasar de «las restricciones gubernamentales a ejercer la responsabilidad personal» para contener la propagación del virus.
Con su credibilidad tocada en las últimas semanas y varios frentes abiertos por resolver, Johnson comenzó su intervención enviando sus mejores deseos a la soberana, de 95 años, un día después de que se comunicara que ésta ha contraído el virus aunque, por ahora, solo muestra síntomas leves.
Entre las novedades anunciadas hoy, el jefe del Ejecutivo dijo que a partir de este jueves aquellas personas que den positivo ya no estarán obligadas por ley a aislarse, aunque se les recomendará quedarse en casa durante cinco días, y reveló que desde el próximo 1 de abril ya no habrá test gratuitos para detectar el virus.
Este jueves finalizará además el sistema rutinario de rastreo de contactos (de infectados por el virus) y el próximo 24 de marzo terminarán las ayudas a los afectados por la pandemia, según dijo.
Entre los argumentos esgrimidos por Johnson, las restricciones se han cobrado «una gran factura» sobre la economía, la sociedad y la salud mental «y ya no es necesario pagar ese coste», pese a que las últimas cifras oficiales recogen otros 38.409 casos registrados en las últimas 24 horas y otras 15 muertes por la enfermedad.
El líder «tory» consideró que ha llegado el momento de «recuperar la confianza» y recalcó que «no se necesitan leyes para instar a los ciudadanos a ser considerados con los otros», apelando de esta manera al «sentido de responsabilidad» individual.
«Déjennos aprender a convivir con este virus y a continuar protegiéndonos a nosotros y a los demás sin restricciones a nuestras libertades», concluyó Johnson.
En respuesta al plan del Gobierno, el líder del opositor Partido Laborista, Keir Starmer, reprochó al dirigente la falta de «claridad» al exponer su estrategia.
«Como país, no hay duda de que necesitamos avanzar. Los ciudadanos tienen que saber que sus libertades van a regresar y lo harán para siempre. Pero éste es un anuncio medio cocinado de un Gobierno paralizado por el caos y la incompetencia. No es un plan para convivir bien con la COVID-19», lamentó Starmer.
El anuncio coincide con el positivo de la reina Isabel II
El levantamiento de restricciones coincide con el anuncio ayer por el Palacio de Buckingham de que Isabel II se ha contagiado de COVID-19 aunque presenta, por ahora, síntomas similares a los de un resfriado y continúa desempeñando «tareas ligeras» ya previstas en su agenda, muy vigilada por su propio equipo médico.
El portavoz de palacio ya indicó anoche que el entorno de la soberana mantendrá la «cautela» pese al anuncio del Ejecutivo.
Aunque desde Casa Real no confirman el tipo de tratamiento que se le aplicará, algunos medios, como el «Daily Telegraph», especularon hoy con que se le podrían administrar fármacos antivirales recientemente aprobados por los reguladores sanitarios para combatir el virus.
La salud de la monarca estará controlada por su propio equipo médico, liderado por el doctor Huw Thomas, especialista del hospital St. Mary de Londres y profesor de genética gastrointestinal en el Imperial College London.
La monarca prevé asistir a tres eventos públicos el próximo mes, entre ellos una recepción diplomática en el castillo de Windsor prevista para la próxima semana.
La noticia del positivo de la monarca se conoció diez días después de que se anunciase que su hijo Carlos, el príncipe heredero al trono, diese positivo por segunda vez por COVID-19, dos días después de haber estado con su madre.
Un ambiente de calma
Los expertos en realeza han considerado significativo que el ambiente en palacio no sea de preocupación, sino «de calma», y observan que apenas horas después de recibir su diagnóstico, la reina emitió un mensaje para felicitar por sus éxitos en los Juegos Olímpicos de invierno de Pekín al equipo británico femenino de curling.
El personal de palacio ha aclarado que durante la recuperación de la monarca no se darán partes médicos ni se harán comentarios al minuto sobre su evolución, a menos que ocurra algún cambio drástico en su situación.
«No vamos a hacer comentarios continuamente. Si hay algo que decir, lo diremos», apuntó un portavoz real a la prensa británica. EFE (I)