La empresa estatal de telecomunicaciones de Uruguay, Antel, suspenderá la señal de la cadena de televisión rusa RT de su principal plataforma por considerar sus contenidos «propaganda y justificación de la violenta invasión militar de Rusia a Ucrania».
Así lo anunció este martes su presidente, Gabriel Gurméndez, mediante un posteo en Twitter en el que detalló que instruyó «que se suspenda inmediatamente» la emisión del canal Russia Today (RT) dentro de la plataforma de contenidos en directo de la compañía uruguaya Vera TV.
Gurméndez calificó allí a RT como un canal «al servicio de la propaganda y justificación de la violenta invasión militar de Rusia a Ucrania», acción que, acotó, fue condenada por el país suramericano.
El anuncio del presidente de Antel fue criticado en la misma red social por el director ejecutivo del Observatorio Latinoamericano de Regulación de Medios y Convergencia (Observacom), Gustavo Gómez, quien, pese a coincidir con el rechazo a la ofensiva de Rusia, consideró la medida como «censura estatal».
«En un conflicto internacional todas las partes hacen propaganda y justifican sus acciones. La posición en contra de una de ellas (Rusia, como también pienso yo) no debería hacerle olvidar que afecta el derecho de uruguayos a buscar y recibir información. Eso es censura estatal», apuntó Gómez.
Este lunes, en tanto, el periodista uruguayo de la agencia de noticias Sputnik Mundo Sergio Pintado denunció que Twitter añadió a su cuenta personal la etiqueta «Medios afiliados al gobierno, Rusia».
Pintado expuso allí que, si bien trabaja en un medio ruso eso «de ninguna manera» implica que comparta las políticas de su empleador y opinó que «etiquetar periodistas por el medio al que trabajan es antidemocrático y violento».
Según consignó el periódico uruguayo La Diaria, el presidente de la Asociación de la Prensa Uruguaya (APU), Fabián Cardozo, aseguró que el sindicato contactó a la Federación Internacional de Periodistas de América Latina y el Caribe por ese tema, a lo que son dos los periodistas latinoamericanos que han denunciado la situación. EFE