El papel del arte gráfico como herramienta de reivindicación social

MADRID, 22/03/2022.- Un hombre visita la exposición "De Posada a Isotype, de Kollwitz a Catlett" que examina la evolución del arte gráfico y su papel como herramienta de reivindicación social durante la primera mitad del siglo XX en Alemania y México, y que se puede visitar en el Museo Reina Sofía de Madrid. EFE/ J.J.Guillen

.- El Museo Reina Sofía de Madrid bucea en un capítulo olvidado de la historia del arte: el papel del arte gráfico como herramienta de reivindicación social en la Alemania y el México de la primera mitad del siglo XX con «De Posada a Isotype, de Kollwitz a Catlett», una gran muestra integrada por medio millar de obras.

«Es una exposición única, que refleja un episodio olvidado de la historia del arte que no ha sido suficientemente estudiado y que es muy importante para el museo»; explica Manuel Borja-Villel, director del museo.

«De Posada a Isotype, de Kollwitz a Catlett», que se podrá ver hasta el 29 de agosto, está integrada por medio millar de obras de variada técnica: xilografías, litografías, punta seca, linóleo y otros muchos formatos, procedentes de grandes colecciones como el MOMA, el Met, el Art Institute de Chicago, la Biblioteca del Congreso de EEUU o el Centro Pompidou.

Esta es la primera de las dos exposiciones sobre el arte gráfico que el Museo Reina Sofía prepara para su programación este año. La muestra está firmada por el crítico Benjamin Buchloh y Michelle Harewood, dos comisarios de gran fama internacional. La exposición es el resultado de una larga investigación que comenzó con un seminario de Buchloh en la Universidad de Harvard. Se la propuso a varios museos alemanes hasta que el Reina Sofía aceptó.

«No la entendieron, no es un proyecto fácil», declara hoy el comisario durante la presentación de la muestra. «De Posada a Isotype, de Kollwitz a Catlett» es una exposición de investigación académica, sobre la que planea la idea de cómo un «medio pasado de moda», como es el grabado y otras artes gráficas manuales, puede representar la cultura popular por encima de «medios más modernos», comenta Buchloh.

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