El canciller alemán, Olaf Scholz, apoyó hoy en un principio las nuevas sanciones previstas por la Unión Europea (UE) contra Rusia tras las atrocidades perpetradas en la ciudad ucraniana de Bucha, en los alrededores de Kiev.
Scholz explicó, en su intervención en el Bundestag (Cámara Baja del Parlamento), que el quinto paquete de sanciones de la UE «contribuirá una vez más a que Rusia sienta con precisión las consecuencias de esta guerra y a lograr que termine la guerra».
El canciller no comentó los detalles de las sanciones previstas, que todavía son objeto de debate.
«Nuestro objetivo debe seguir siendo que Rusia no gane esta guerra», dijo Scholz. Explicó que esto es lo que ha motivado las actividades del Gobierno alemán en lo que respecta a la entrega de armas, la ayuda financiera y humanitaria, la acogida de refugiados o los paquetes de sanciones que se acordaron a nivel global y mundial.
Por otro lado, el canciller hizo hincapié en el objetivo de reducir la dependencia de las importaciones de energía rusa. «Todos lo sabemos: estas dependencias han crecido a lo largo de décadas, y no se pueden acabar de un día para otro».
Por eso, defendió, es importante una trayectoria europea común. Se han trazado las pautas, «y seguirán fijando el rumbo que debemos seguir incluso después de la guerra».
La Comisión Europea ha propuesto una prohibición a la importación del carbón procedente de Rusia. Sin embargo, el Parlamento de la Unión Europea (UE) no puede decidir sobre tales sanciones, ello corresponde a los Estados miembros de la UE. dpa