Gobierno dice que liberación de Glas es «una bofetada a la moral»

El secretario de Comunicación, Eduardo Bonilla, preside reunión con cuarenta periodistas en el Palacio de Carondelet, en abril de 2022.

El Gobierno de Ecuador aseguró este martes que pondrá todos los recursos a su disposición para evitar una eventual fuga de Jorge Glas, el exvicepresidente del país durante el Gobierno de Rafael Correa (2007-2017) que el domingo fue excarcelado gracias a un polémico y discutido hábeas corpus.

En una reunión con periodistas nacionales e internacionales, los ministros de Gobierno, Francisco Jiménez, y de Interior, Patricio Carrillo, reiteraron que harán su mayor esfuerzo para mantener vigilado a Glas, que ya cuenta con un seguimiento policial permanente.

Los ministros señalaron que Glas es vigilado las 24 horas del día. Fuerzas del orden se encargan de custodiar el perímetro de su vivienda, en una urbanización privada en Guayaquil. La preocupación del Gobierno es que se fugue.

No obstante, precisaron que no es posible garantizar al 100 % que pudiera fugarse o solicitar asilo político en una embajada, pese a que entre las medidas restrictivas impuestas por el juez está la prohibición de abandonar el país y la obligación de comparecer una vez al mes ante un juzgado.

“La resolución es una bofetada a la moral y al sentir de los ciudadanos”, señalaron, según cita el medio oficial «El Telégrafo, aunque reconociendo que le habeas corpus es un recurso legal.

Los dos ministros defendieron la postura del Gobierno de revertir la medida a través de los mecanismos judiciales, sin una intervención del presidente o del Ejecutivo que vulnerase la división de poderes en la que se basa una democracia.

Liberación apelada

«Si un juez dice que el sentenciado Glas tiene que salir, no podemos oponernos. Tal vez lo hayan hecho otros presidentes en el pasado. Tal vez hayan dado un telefonazo o movido sus influencias. Nosotros no somos así, tanto para lo bueno como para lo malo», apuntó Jiménez.

El ministro de Gobierno aseguró que el Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Privadas de Libertad (SNAI), que se encarga de custodiar las cárceles del país, ya ha apelado el hábeas corpus dictado por el juez Diego Moscoso, de la Unidad Judicial Multicompetente de Manglaralto, en el cantón Santa Elena.

Jiménez también detalló que se han solicitado a la Justicia medidas más restrictivas que permitan una vigilancia más detallada de Glas, como comparecencias más frecuentes ante el juzgado y el uso de un grillete electrónico, que permita saber la ubicación de la persona en todo momento.

Por su parte, Carrillo afirmó que los abogados de Glas aprovecharon unas situaciones en la que el preso fue trasladado para protegerlo de un posible motín en la cárcel de la ciudad de Latacunga, para presentar este recurso en un juzgado de una provincia distinta.

El ministro del Interior precisó que el SNAI seguía un protocolo de seguridad con Glas para protegerlo en caso de posibles desmanes en la cárcel como lo que se suscitaron la pasada semana, después de la matanza que hubo en la cárcel de Cuenca, donde 20 reos murieron en un enfrentamiento entre bandas rivales.

Preguntado por la ubicación de Glas en el momento en que se presentó este recurso que permitió su liberación, Carrillo manifestó que esta información todavía no ha sido consolidada por las autoridades como para hacerla pública.

Recurrentes recursos

Por su parte, el consejero del Gobierno Diego Ordóñez tildó de «correísta» al juez que ordenó liberar a Glas y afirmó que ya había habido anteriormente cuatro precedentes donde se habían interpuesto cuatro hábeas corpus en distintos juzgados hasta que esta vez surtió efecto el recurso legal de la defensa del exvicepresidente.

La polémica resolución judicial permitió a Glas salir en prisión después de casi cinco años en prisión, donde cumplía una condena de ocho años de cárcel por «asociación ilícita» en un caso relacionado con la trama de sobornos de la constructora brasileña Odebrecht.

Glas también ha sido sentenciado en otro caso de financiación ilegal de su movimiento político y afronta una condena en un caso de supuesta malversación en contratos petroleros, que se encuentra en fase de apelación.

No obstante, el exvicepresidente ha insistido en su inocencia de todas las imputaciones y asegurado que obedecen a una supuesta «persecución política» de sus adversarios.

Glas fue vicepresidente durante el Gobierno del izquierdista Correa (2007-2017) y también por pocos meses de su sucesor, Lenín Moreno (2017-2021), en principio afín al «correísmo» pero luego acérrimo rival de su antecesor. EFE

El exvicepresidente Jorge Glas, tras su salida del Penal de Latacunga, el 10 de abril de 2022.

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