Madrid,- El rey de España, Felipe VI, ensalzó este jueves el «buen periodismo» que frente a la desinformación, la rapidez, y en un contexto de guerra, destrucción y muerte que atenaza la vida de miles de personas, «resurge como un recurso esencial para lograr fomentar sociedades y comunidades bien informadas y comprometidas».
El monarca español enmarcó en ese periodismo de «cocción lenta» el trabajo de los profesionales iberoamericanos reconocidos con los Premios Internacionales Rey de España de Periodismo 2022, durante el discurso de entrega de los galardones en la Casa de América de Madrid.
«Celebramos hoy la excepcionalidad de seis trabajos que han destacado por su labor de investigación y por ser el relato vivo de la historia, de la lucha medioambiental, los derechos sociales o la integración cultural, todos grandes desafíos que afrontan Iberoamérica y el mundo», dijo.
Para Felipe VI es un «honor» presidir la distinción a los galardonados «cuyos trabajos representan la mayor calidad de la profesión en una treintena de naciones hermanas y que engrandecen nuestra identidad común, en español y en portugués».
Por eso, valoró a los profesionales premiados, procedentes de Colombia, México, Brasil, Venezuela y España: «merecen nuestra admiración y reconocimiento porque sus historias hacen crecer a las personas, a las sociedades, y porque para ello se han empleado a fondo».
También reconoció la labor de sus equipos, «que se han quedado en las redacciones», y felicitó a los organizadores de los Premios; la Agencia EFE y la Agencia Española de Cooperación Internacional (Aecid), así como a patrocinadores y colaboradores.
ANÁLISIS Y REFLEXIÓN FRENTE A LA SOBREABUNDANCIA INFORMATIVA
En su discurso, Felipe VI recordó que vivimos en «una época de sobreabundancia informativa, de obsesión por la rapidez, por el impacto, por el aquí y el ahora, y eso, muchas veces, sólo es ruido, información de consumo fácil que no nos mejora como personas ni como sociedad, que no nos empuja a reflexionar».
«Pero lo que hoy aquí hemos visto -resaltó- es periodismo de cocción lenta, que aboga por la desaceleración y el análisis, que se centra en la calidad y en el respeto a sus protagonistas y a los usuarios».
Este periodismo «nos lleva hasta el fondo de las cosas y tiene que ver con poder hablar con otros públicos, con acercar temas que muchas veces se perciben lejanos a las realidades cotidianas. Esta es una manera de informar que no se debe perder».
El monarca español remarcó el rol de «bien público» del periodismo, representado en los trabajos premiados, «en los que se ha lidiado con viejos y nuevos desafíos para defender la libertad de expresión. Retos que arrecian por todos los flancos».
Entre esos retos, destacó las nuevas formas de narrar la actualidad, el consumo interactivo de las noticias, los dispositivos y las plataformas para la producción y el acceso a la información o los modelos de negocio de los medios.
«Pero el periodismo está reiniciándose hacia prácticas más dialogantes, contrastadas y transparentes para combatir los peligros de la desinformación», apuntó.
EL DIFÍCIL ACCESO A UNA INFORMACIÓN VERAZ, PLURAL Y RIGUROSA
También se refirió a las dificultades actuales para acceder a una información «plural, veraz y rigurosa, uno de los pilares de la democracia. Además de la sobreabundancia informativa existe una avalancha de desinformación circulando por las redes, un peligro que afecta a todo el mundo».
«Los jóvenes están expuestos a la información falsa o errónea que circula por la red sin tener la experiencia vital suficiente como para poder discernir siempre la credibilidad de un contenido», dijo.
Alertó además sobre la vulnerabilidad de los mayores, ya que «se han incorporado a las redes sociales sin ser nativos digitales y pueden ser víctimas de campañas que apelan al miedo, por eso uno de los mayores retos a los que nos enfrentamos es la alfabetización mediática, que debe hacerse extensiva a todos».
LA PANDEMIA, UN ANTES Y UN DESPUÉS
Según Felipe VI, la pandemia mundial del coronavirus ha marcado, en general, un antes y un después en la humanidad, y también en el periodismo en particular para dar respuesta a las nuevas necesidades de los ciudadanos.
Por eso, en un escenario de transformación digital como el que hoy vivimos, «toma relevancia el periodismo predictivo, de datos, enfocado a generar valor periodístico en varias dimensiones, explicaciones de sistemas complejos, predicciones que permitan el análisis y la crítica constructiva, como en varios de los trabajos aquí premiados».
«Pero también hemos visto en esta cita con la excelencia del periodismo iberoamericano que a través del arte de la escritura se pueden difundir cuestiones complejas de una forma no sólo comprensible sino también con una estética y una calidad superiores. Porque en el corazón de todo buen periodismo hay una gran investigación».
El monarca español recordó que la libertad de expresión «es un derecho tan importante como frágil»: «cuando se calla a un periodista, se coarta también a la sociedad en su derecho a informarse de manera veraz e imparcial, lo cual vulnera la democracia».
Felipe VI felicitó también a la Casa de América, que cumplirá 30 años de vida el próximo 25 de julio, un tiempo durante el que ha sido y es «un espacio abierto para el intercambio cultural, social, político y económico en Iberoamérica».
«Gracias a esta encomiable labor, por aquí han pasado jefes de Estado, cuerpo diplomático, empresas, sociedad civil o profesionales del ámbito académico, literario y artístico; personas que con su saber han trazado lazos de entendimiento entre ambos lados del Atlántico», remarcó. EFE
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