Las restricciones de viaje a Japón por la pandemia

Pía Molina

Tottori, Japón

Japón es un país conocido por sus duras leyes migratorias, que se hicieron más rígidas a partir de la pandemia y, por lo cual, ha sido duramente criticado por la comunidad internacional.

Al igual que muchos países, en marzo de 2020 Japón cerró sus fronteras, permitiendo a los extranjeros que no podían regresar a sus países extender sus visas de turismo, pero dejando fuera a quienes habían salido del país justo cuando empezaron las restricciones, incluso a residentes permanentes o a estudiantes internacionales.

Si bien, por constitución, el Gobierno japonés no podía prohibir a los ciudadanos salir de sus casas (no hubo el famoso “lockdown” que se vivió por varios meses en otros países) u obligarles a usar mascarilla, en Japón la gente salía poco y, aún hoy, sigue usando mascarilla en todo momento. Incluso la Agencia de Cooperación International, JICA (por sus siglas en inglés), hizo volver a todos sus voluntarios, que vivían en más de 150 países alrededor del mundo.

Luego, a pesar de la oposición a la que se enfrentó el gobierno del Primer Ministro Shinzo Abe (y tras su dimisión en agosto de 2020, su sucesor, Yoshihide Suga), Japón logró llevar a cabo los Juegos Olímpicos Tokio 2020, en agosto del siguiente año, con la dura decisión de hacerlas sin público. Los deportistas que asistieron tuvieron que regirse a duros protocolos y no pudieron hacer ningún paseo turístico, pues solo estaba permitido que estuvieran en la villa olímpica y, como anécdota, casi al final del torneo, les entregaron los condones que se dan como tradición desde las olimpiadas de Seúl de 1988 (para concientizar sobre el VIH), y les pidieron de favor que no los usaran allí, sino que se los llevaran como un souvenir.

Mientras la mayoría de países recobraba la normalidad poco a poco, con requisitos como carnet de vacunación y pruebas PCR tanto para entrar al país como para moverse en distintos ámbitos, Japón siguió cerrado para el turismo internacional durante todo el 2021. Incluso para los mismos japoneses, entrar a Japón se volvió una odisea con varias pruebas más al llegar y cuarentena obligatoria en hoteles designados por el gobierno japonés, cuyo costo (tanto de hospedaje como de comida) lo cubría el mismo Gobierno.

Desde noviembre del año pasado, el Gobierno del sucesor de Suga, Fumio Kishida, empezó a permitir la entrada a estudiantes de ciertos países que hubieran obtenido la beca Mombukagakusho (otorgada por el Ministerio de Educación de Japón) y a personas que viajaran por negocios, aunque algunos quedaron en suspenso cuando apareció la variante ómicron, debido a la cual se volvieron a recrudecer las medidas en diciembre. La comunidad internacional, sobre todo los estudiantes que siguen esperando poder cumplir su sueño de vivir en Japón, han sido los más decepcionados. Incluso organizaron peticiones de firmas para solicitar al Gobierno japonés que los aceptaran con visa de estudiante.

Después, en marzo de este año se volvieron a aceptar a algunos estudiantes y, desde el 1 de junio, se implementó un sistema de listas por colores para dividir a los países según el riesgo de contagio; así, las personas que hayan visitado esos países durante los 14 días anteriores a su entrada a Japón deben cumplir distintos requisitos, aunque todos necesitan un test PCR negativo hecho hasta 72 horas antes de su viaje, con un formato especial del Gobierno japonés, y llenar un formulario en línea desde la aplicación MySOS.

Los países que están en la lista roja necesitan tres dosis de la vacuna, una prueba PCR al llegar y cuarentena; los de la lista amarilla solo las tres dosis de la vacuna y, en algunos casos, cuarentena; y los de la lista azul no necesitan nada más que la prueba PCR, en esta última lista se sitúan la mayoría de países (alrededor de 98), incluidos casi todos los del Norte Global. Cabe mencionar que Ecuador también está en esta lista.

Por ahora, el Gobierno japonés ha resuelto permitir la entrada de viajeros en paquetes turísticos que se deben comprar a agencias de viajes certificadas, lo cual está vigente desde el 10 de junio pasado; aunque parece una buena noticia, aún sigue siendo difícil conseguir una visa de corta duración (incluso para los ciudadanos de países que antes no la necesitaban) y no parece una medida que dé solución a los problemas que ha tenido que enfrentar el sector turístico japonés en los últimos dos años, que han significado pérdidas colosales. Según la Agencia de Turismo de Japón (JNTO), en 2019 llegaron a Japón casi 32 millones de visitantes, esta cifra se redujo drásticamente en 2021, cuando se registraron menos de 250 mil visitas (incluidas las 50 mil por las Olimpiadas). Aunque existen rumores sobre la reapertura de Japón para el próximo otoño, se debe consultar siempre la información oficial en las páginas web de las embajadas japonesas y del gobierno de Japón antes de planificar cualquier viaje. En todo caso, ojalá que así sea.

Los transeúntes con máscaras faciales se reflejan en un escaparate en el distrito comercial de Ginza en Tokio, Japón, el 29 de julio de 2021. El total de casos nuevos de COVID-19 en Japón superó la marca de los 10.000 por primera vez mientras Tokio registra un aumento de infecciones. (Japón, Tokio) EFE / EPA / FRANCK ROBICHON

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