La alcaldesa de Guayaquil Cynthia Viteri fustigó al diario Expreso en la Sesión Solemne por los 487 años de fundación de Guayaquil, en una ceremonia al aire libre en el Parque Centenario, en presencia del presidente Guillermo Lasso y otras autoridades.
Cynthia dijo que ha enfrentado la crisis provocada por la pandemia “en medio de una guerra emprendida por un actor concreto, que maneja la pluma de su Diario a su antojo, con mentiras, trampas y odios y sin respetar a personas vulnerables ni a menores de edad. Hasta en la cárcel hay códigos, nadie se mete con los niños y nadie se mete con la familia, pues aquí sí lo hicieron y lo hicieron conmigo”.
Aunque no lo mencionó, los presentes entendieron que se refería al diario Expreso que ha publicado dos investigaciones sobre los bienes del exmarido de la alcaldesa, el señor Joaquín Villamar, y sobre los contratos del actual cónyuge, Juan Carlos Vásconez.
“Iniciaron investigaciones por la denuncia de un preso, alguien que se encuentra en la cárcel por calumniador y chantajista. Denuncias que no han pasado de investigaciones previas y cuyo contralor ya emitió informes positivos dejando a la luz pública la transparencia de dichos procesos”, dijo.
La alcaldesa se refirió expresamente al periodista Roberto Aguilar, por un artículo titulado «Ley de Comunicación: una sandez tras otra», publicado el sábado 23 de julio de 2022.
«(Él) sostiene que la primera autoridad de la ciudad «tiene sueños húmedos» con la Ley de Comunicación (…) ¿Se atreverá con su pluma, manchada de misoginia, a decir lo mismo de un gobernador varón, de un presidente varón, de un contralor varón? No, ahí su pluma se vuelve chiquitita«, dijo Cynthia.
La alcaldesa se dirigió al presidente Guillermo Lasso sosteniendo que supuestamente el Gobierno es el «mayor auspiciante de este diario sexista». Y continuó: «Busque una mejor forma de invertir ese dinero que le pertenece a los ecuatorianos».
Sobre el paro de junio
Viteri dijo que durante el paro nacional organizado por la CONAIE en junio, ella recibió un mensaje proveniente del Gobierno diciéndole que no podía cerrar los ingresos en Guayaquil.
«Pero era yo o todos: escogí a todos. Rodeamos la planta de la Toma con armas y perros, las siete estaciones eléctricas, y lo que sucedió en Guayaquil no se repitió en otras ciudades. No hubo desmanes, no cortaron el agua; hubo marchas pacíficas. Guayaquil no aguanta paro«, dijo Viteri.
