El presidente peruano, Pedro Castillo, negó este jueves estar obstruyendo la Justicia en los presuntos casos por corrupción abiertos en su contra, horas después de que acudiera a la Fiscalía a prestar su testimonio por uno de ellos.
«Niego cualquier intento de obstrucción a la justicia, por el contrario me reafirmo en colaborar siempre con las investigaciones que se requieran», escribió Castillo en su cuenta de Twitter.
A primera hora de este jueves, el mandatario acudió a la sede de la Fiscalía, donde expresó que no forma parte «de ninguna red criminal», según aclaró después a la prensa.
En este sentido, reiteró en su mensaje de Twitter que no es parte «de una red criminal».
«Voy a demostrar mi inocencia en cualquier espacio, tal y como se lo dije hoy a la Fiscal de la Nación. A nadie le he robado, a nadie he matado. Acá me ha puesto el pueblo y voy a responder siempre por el pueblo», añadió en esa red social, unas palabras muy similares a las usadas a la salida de la Fiscalía.
Al respecto, aclaró que «se siguen tejiendo especulaciones» sobre sus «declaraciones», por lo que indicó que «siempre» colaborará «con la justicia».
«No me ocuparé de casos mediáticos porque fui elegido como presidente de la República para trabajar por las necesidades de todos los peruanos (as)», apostilló.
Finalmente, convocó a los partidos políticos, sociedad civil y organizaciones «a ser parte de un gabinete de ancha base que trabaje por el Perú».
Dicho gabinete lo jurará este viernes tras la renuncia del primer ministro, Aníbal Torres, lo que obliga al mandatario a conformar un nuevo gobierno, del que todavía no se conocen los nombres.
De acuerdo con la denuncia abierta en la fiscalía, Castillo es sospechoso de haber concedido los ascensos a dos oficiales del Ejército, tres de la Fuerza Aérea y dos de la Policía Nacional de forma irregular y con la participación del exministro de Defensa Walter Ayala y su exsecretario presidencial Bruno Pacheco, implicado también en otros casos contra el mandatario.
Pacheco se entregó a la Justicia en julio, después de varios meses prófugo, y se ha ofrecido como colaborador de la Fiscalía en las investigaciones abiertas contra Castillo, que incluyen el delito de organización criminal, entre otros.
El jefe de Estado, que cumplió un año en el Ejecutivo el pasado 28 de julio, es también investigado por presuntas irregularidades en la adjudicación de la construcción del puente Tarata y en la compra de biodiesel.
También en el supuesto plagio de su tesis de maestría, en los ascensos militares y en la supuesta obstrucción para la búsqueda y captura del exministro Juan Silva y su sobrino Fray Vásquez, implicados en estos casos. EFE (I)