A la libertad de expresión se la escribe con versos satánicos

Diego Montalvo

Quito, Ecuador

«La libertad de expresión es un bien escaso. Sería terrible dejar a los fanáticos marcar los límites»

Salman Rushdie

Cada vez puede parecer que expresar las ideas resulte la actividad de mayor riesgo. Pues, de hecho, en ocasiones resulta así. La literatura y el periodismo han logrado mantenerse vivos a pesar de la Inquisición, el fascismo, el comunismo, el castrismo y otras expresiones que han jugado muy mal contra el libre pensamiento y accionar de la libertad, posteriormente expresada en el republicanismo y en Estados de derecho. Hoy, el fanatismo se evidencia, aún, en el islamismo y en el colectivismo social.

Salman Rushdie, es uno de los tantos escritores que son la viva expresión de esa libertad de expresión que resulta negativa para algunos y aplaudida por otros. Los versos satánicos es una novela que justamente pone en duda muchas ideas islámicas y se adentra en la vida del profeta Mahoma, que utiliza el realismo mágico como género y técnica narrativa para crear a sus personajes.

En ese sentido, el título de esta novela (Los versos satánicos) se inspira justamente en estos versos que son retratados en el Corán. En India, por ejemplo, es un libro prohibido por un supuesto «delito de odio», que podría recaer hacia los musulmanes. Esta es una de las tantas expresiones, que no son otra que la de censurar. ¿Dónde más se escuchó la frase «delito de odio»? En el feminismo de cuarta hola que se volcó a la quema de libros y a quitar los poemarios de Pablo Neruda de las escuelas. ¿Hay entonces alguna diferencia entre las del pañuelo verde y morado con los islámicos radicales?

Rushdie desde la década de los ochenta —tras la publicación de Los versos satánicos— fue muy controversial y criticado por la comunidad musulmán tanto en Inglaterra como en Estados Unidos. Todo volvió a ser noticia cuando el 13 de agosto de 2022, un joven de 24 años llamado Hadi Matar fue arrestado por la policía de New Jersey tras haber apuñalado al escritor en el cuello y abdomen. Por fuentes policiales se supo que pertenece a una célula del extremismo chiita. Si bien, el accionar del joven fue altamente cuestionado por occidente, el líder supremo de Irán, Ali Jamenei aprobó la decisión del agresor de Rushdie diciendo:

«Bravo por este hombre valiente y consciente del deber que atacó al apóstata y vicioso Salman Rushdie».

La agresión contra Rushdie es igual de repudiable como la que ocurrió contra el periódico satírico Charlie Hebdo que sufrió un atentado el 7 de enero de 2015 tras sacar una caricatura de Mahoma. Lo ocurrido con el medio Charlie Hebdo se comparó con el atentado con gas sarín ocurrido por un grupo extremista religioso en Tokio, el 20 de marzo de 1995. Estos hechos, fueron retratados en Underground una novela larga, narrada a manera de crónica, por el autor Haruki Murakami que también fue cuestionado por grupos de budistas —pero que no llegó a mayores más allá de una negativa en medios de comunicación por ese libro—.

Estos son ejemplos de lo incómodo que no sólo puede resultar el periodismo, sino el hecho de crear literatura. La letra, es una herramienta que ha cuestionado, se ha enfrentado con firmeza al poder o a la propia sociedad —siendo esto aún más «perturbador»— porque la creación literaria viene más desde miembros del propio grupo social que desde un poder político.

Escribir es un arte que cuestiona y transgrede narrativas colectivistas y también políticas, más si estas dos son totalitarias. La libertad de credo es un hecho garantizado en toda constitución republicana porque es un hecho meramente de decisión personal. Más, cuando la creencia —ya sea en una idea religiosa o activista— se usa para censurar al de al lado, marginarlo o criminalizarlo por pensar diferente, eso ya cae en un crimen y un extremismo que se vuelve en una suerte de inquisición de ideas y que puede terminar con el asesinato.  

Por ello, consiste en un deber civil (plagado de valores éticos y morales) defender estas mentes lúcidas, a estos académicos y escritores, y la mejor forma de hacerlo es adentrándose en su literatura, leyendo, abriendo la mente y comprendiendo las propuestas de escritores y literatos brillantes.

Foto difundida en redes tras el ataque a puñaladas contra el escritor Salman Rushdie, el sábado 12 de agosto de 2022, en Nueva York.

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