Guayaquil, Ecuador
El Libertador José de San Martín, nació el 25 de febrero de 1778, en Yapeyú, en la actual provincia argentina de Corrientes; aún niño, con su familia se trasladó a España, es allí donde realizó sus estudios e inició su carrera militar.
Decide volver a su patria a luchar por su independencia. En marzo de 1812 llega a Buenos Aires. De inmediato se pone en febril actividad y comienza a trabajar para organizar el regimiento de Granaderos a Caballo. En 1813, en su bautismo de fuego, derrotan a los españoles en el combate de San Lorenzo.
Su espíritu generoso lleno de patriotismo le conduce a seguir las luchas libertarias al otro lado de la cordillera andina; organiza lo que sería una de las acciones de mayor sacrificio y gloria del proceso libertario, esta epopeya quedó grabada en la historia como “El cruce de los Andes”.
En enero de 1817 el Ejército de los Andes de las Provincias Unidas del Sur inicia el camino hacia la libertad; con especial sacrificio, sus aguerridos soldados, junto a la caballería y artillería cruzan las agrestes montañas y finalmente el 12 de febrero se enfrentan a los realistas en Chacabuco, en suelo chileno; este triunfo fue decisivo para la Independencia de Chile. Bernardo O`Higgins, aportó enormemente con tropas chilenas, armamento y vituallas al fortalecimiento del Ejército Libertario comandado por San Martín.
Chile le rinde homenaje a San Martín por su gesta heroica; el Cabildo reunido el 15 de febrero de 1817 le nombra Director Supremo de Chile, honor que renuncia a favor de O`Higgins, en una demostración de generosidad, desprendimiento y sobre todo de reconocimiento al héroe de la libertad chilena Bernardo O`Higgins.
Los españoles no asimilaron la derrota, se rearmaron y en marzo, volvieron a atacar a la capital chilena; los chilenos y argentinos unidos se enfrentaron a los realistas en la batalla de Maipú, el 5 de abril de 1818, en esta batalla los españoles fueron definitivamente derrotados.
Consolidada la independencia de Chile, San Martín emprende su marcha en 1821, su objetivo: la independencia del Perú. Desde el puerto de Valparaíso parte con su flota recién creada; en 1821, San Martín libera Perú y entra triunfante a la capital. En Lima, es nombrado Protector del Perú.
El 26 y 27 de julio de 1822, en Guayaquil, se reúne con el Libertador Simón Bolívar; se han cumplido 200 años de esa histórica reunión de los dos colosos de América, aún los historiadores han tratado de desentrañar los temas que ellos discutieron.
San Martín había realizado todos sus esfuerzos por la independencia de Argentina, Chile y Perú, había cumplido con su misión patriótica, sin embargo, vio con tristeza las continuas guerras intestinas entre las Provincias Unidas del Río de la Plata; frustrado, decepcionado, en 1824, un año después de la muerte de su esposa, se embarcó junto a su hija, rumbo a Francia. Con la nostálgica lejanía de su patria, el Libertador José de San Martín, el día 17 de agosto de 1850, hace 172 años, muere en Boulogne Sur Mer (Francia).
El legado de San Martín, es su ejemplo; fue un hombre respetuoso de la ley, de fortalezas, de inmenso espíritu por la libertad. Supo vencerse a sí mismo, virtud excepcional de un hombre superior; renunció a los honores, ascensos y sobre todo al poder.
Aquí cabe recordar esa frase del General Douglas MacArthur. «Señores: Los viejos soldados nunca mueren. Sólo se desvanecen”.
