Roma, 20 ago (EFE).- El Inter encontró este sábado las sensaciones positivas que le faltaron la jornada pasada y selló la primera victoria en casa ante el Spezia (3-0) en lo que fue una fiesta de goles en la que lo que más se celebró fue el retorno de la dupla formada el argentino Lautaro Martínez y el belga Romelu Lukaku, que con su conexión abrieron el marcador.
El Inter mandó en el juego durante todo el encuentro. Los primeros 45 minutos fueron un monólogo con el balón de un Inter que sin embargo no fue capaz de transformar en ocasiones claras de gol ese dominio del esférico.
Atascado en algunos momentos, falto de ideas en la zona de tres cuartos, la única solución fue, de nuevo, buscar a Lukaku, generador continuo de peligro, para que hunda a la defensa rival cuerpeando con los centrales rivales y deje de cara.
Precisamente así llegó la primera ocasión clara del partido. Balón largo sobre el internacional belga que consiguió dejar de cara al neerlandés Denzel Dumfries, siempre protagonista en el ataque ‘nerazzurro’, que acabó la jugada ligeramente por encima del larguero.
Y, de hecho, así llegó el tanto que abrió el marcador. Primer gol de la recuperada delantera del Inter, la conexión Lukaku-Lautaro retornó a San Siro con un golazo. El belga dejó con un preciso toque de cabeza el balón en la frontal del área, franco, para que el argentino, con su pierna mala, finalizase con un potente disparo, ajustado al palo izquierdo de la portería inalcanzable para el meta del Spezia.
Fue anotar el tanto y el internacional argentino fue directo a celebrar el gol con su asistente, en lo que promete ser una sociedad que dejará muchos más tantos a lo largo de la temporada.
El tanto animó al Inter y empezó, en esos últimos diez minutos del primer acto, a circular con mayor presteza, precisión y sentido, encontrando más espacios que generaron ocasiones claras para aumentar la ventaja. Como el testarazo de Lukaku que se topó con el travesaño justo antes de encarar el túnel de vestuarios.
El segundo tiempo comenzó con el primero. Sin noticias del Spezia y con un Inter mucho más fino, decidido y acertado que en el inicio del partido. Y esta vez no tardó en hacerse efectiva esa superioridad.
En el minuto 51, el turco Calhanoglu cazó en la frontal del área un balón muerto, mal despejado por la zaga visitante, y con el interior de su pierna diestra colocó el balón raso directo al fondo de las mallas para encarrilar el partido. No frenó el Inter y mantuvo el asedio sobre un Spezia que poco pudo hacer para volver a intentar meterse en el partido con un tanto.
Dimarco y Dumfries, por los carriles, como ya hicieran ante el Lecce en la pasada jornada, fueron muy profundos, llegando a línea de fondo y cargando el área, mientras Barella y Brozovic les buscaban constantemente desde la medular para mover la defensa del Spezia con el fin de generar espacios para Lautaro y Lukaku, siempre encimados.
El argentino Joaquín Correa cerró definitivamente la goleada, que entró por su compatriota Lautaro, gracias a una jugada con el bosnio Edin Dzeko, que le cedió con un pase en el área pequeña el tanto en bandeja.
Pitó tres veces el colegiado señalando el término del encuentro y celebró entonces San Siro la primera victoria de la temporada en casa, en lo que fue la confirmación de que la conexión Lautaro-Lukaku, la que levantó hace dos temporada el ‘Scudetto’, está de vuelta.
— Ficha técnica:
3.- Inter: Handanovic; Skriniar, De Vrij, Bastoniv; Dumfries, Barella (Gagliardini, m.76), Brozovic (Asllani, m.85), Calhanoglu, Dimarco (Gosens, m.66); Lautaro (Correa, m.76) y Lukaku (Dzeko, m.66).
0.- Spezia: Dragowski; Caldara (Hristov, m.66), Kiwior, Nikolaou; Gyasi (Holm, m.88), Bourabia, Sala (Strelec, m.66), Bastoni (Kovalenko, m.79), Reca; Agudelo (Ellertsson, m.88) y Nzola.
Goles: 1-0, m.35: Lautaro; 2-0, m.51: Calhanoglu; 3-0, m.81: Correa.
Árbitro: Davide Ghersini . Mostró cartulina amarilla a por parte del Inter; y a por parte del Spezia.
Incidencias: partido correspondiente a la segunda jornada de Serie A disputado en el estadio de San Siro ante cerca de 65.000 espectadores. EFE (I)