Las diferentes guardias indígenas de Ecuador se comprometieron en su primer encuentro nacional a fortalecer su organización y colaboración para consolidarse como una «estrategia de resistencia milenaria en sus diferentes expresiones y en todos los territorios ancestrales».
Este es el principal precepto del mandato suscrito por los participantes en el primer Encuentro Nacional de Guardia Indígena de Ecuador, celebrado en la comunidad de Sinangoe con la participación de delegaciones de distintas nacionalidades indígenas del país.
Los firmantes del mandato se comprometieron también a defender derechos colectivos como los territoriales, los comunitarios y los de la naturaleza, así como vigilar el cumplimiento de obligaciones del Gobierno nacional en conjunto con las organizaciones indígenas.
Al mismo tiempo, apuntaron a «desarrollar diversas estrategias y mecanismos de defensa y protección desde la formación ideológica y política organizativa» y aceptaron «responder a las orientaciones y decisiones» que se adopten mediante las asambleas realizadas en sus comunidades y en las organizaciones indígenas.
Para que no se pierda el movimiento, acordaron «transmitir los elementos y símbolos característicos» y «honrar y revitalizar la fuerza espiritual, los conocimientos y los saberes ancestrales que relacionan la vida humana con la naturaleza».
Dentro de esos compromisos adoptados por los guardias indígenas también está «promover el conocimiento sobre los principios de la memoria histórica» y «sobre los mandatos comunitarios, expresiones de derecho propio, los derechos colectivos y constitucionales.
Asimismo, «posicionar en todos los espacios el ejercicio legítimo de la guardia indígena, su fuerza, sabiduría y espiritualidad en los territorios, como los cuidadores y defensores de los derechos de las nacionalidades y pueblos indígenas del Ecuador».
En el mismo documento, las guardias indígenas ratificaron que su movimiento «se ampara legalmente en derechos constitucionales, en la jurisprudencia, en la norma internacional y en el derecho a la autodeterminación de los pueblos y nacionalidades».
Por esa razón, denunciaron ser «blanco de estigmatización, señalamiento, persecución política y criminalización».
«Se ha intentado desprestigiar nuestro rol para confundirlo con una alineación al terrorismo o narcotráfico, lo cual genera un grave escenario de riesgo físico y cultural, reflejando el racismo estructural del Estado y el miedo de la institucionalidad colonial que siempre ha querido imponer y estandarizar nuestras formas de vida», añadieron.
Entre los firmantes del mandato está Leonidas Iza, el presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), la mayor organización indígena del país, quien enfrenta un juicio acusado de instigar la paralización de servicios públicos durante la última serie de protestas que aconteció en junio pasado.
El primer Encuentro Nacional de Guardias Indígenas de Ecuador se celebró el pasado 10 y 11 de septiembre con la comunidad de Sinangoe como anfitriona, de la etnia a’i cofán, cuya primera mujer que forma parte de su guarida indígena, Alexandra Narváez, recibió este año el prestigioso premio medioambiental Goldman, junto a su compañero Álex Lucitante. EFE