El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, reclamó este miércoles en la Asamblea General de las Naciones Unidas más colaboración para enfrentar coordinadamente el crimen organizado, y en concreto, más cooperación para que Ecuador pueda hacer frente al narcotráfico.
En su discurso, Lasso manifestó su optimismo en que el mundo responderá ante los desafíos que tiene su país de la misma forma que Ecuador ha estado para atender crisis humanitarias como las de Venezuela o la «absurda» guerra de Rusia en Ucrania.
El mandatario afirmó que su Gobierno «se ha visto en la extraña posición de tener que inaugurar una lucha contra una amenaza que en el pasado no fue confrontada sino ocultada», compuesta de «oscuros actores que, en lugar de ser combatidos, fueron silenciosamente acomodados con la esperanza de que nadie los detectara».
Con un récord histórico de 210 toneladas de cocaína incautadas en 2021, Lasso recordó que Ecuador es el tercer país del mundo que más cocaína decomisa, sólo por detrás de Colombia y Estados Unidos, según el último Informe Mundial de las Drogas de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodoc).
Sin embargo, el gobernante explicó que este esfuerzo tiene una respuesta sanguinaria por parte del crimen organizado, y puso como ejemplo el asesinato hace dos días en la ciudad de Guayaquil de un fiscal que investigaba casos vinculados a mafias transnacionales, y que fue «cobardemente acribillado por sicarios».
«Su asesinato nos deja una enseñanza: que el crimen trasnacional requiere una solución trasnacional», aseveró Lasso.
DOS OPCIONES
El jefe de Estado de Ecuador aseguró que el mundo tiene dos opciones: «o sufrir por separado a un enemigo que coordinadamente actúa dentro de varios países para burlarse de nuestras leyes, o unirnos para vencerlo».
«Los acontecimientos hacen evidente que necesitamos aún más colaboración, y no me cansaré de insistir en ello. Con incautaciones récord y el sacrificio de sus servidores, el Ecuador está demostrando que merece dicho apoyo internacional en la lucha contra el narcotráfico, y una ayuda para fortalecer las instituciones donde están estos servidores», agregó.
Lasso también expresó su compromiso en la lucha contra la violencia machista y afirmó que la reciente desaparición de María Belén Bernal en un complejo policial, con un policía prófugo como principal sospechoso, «debe ser símbolo de este desafío de lucha contra la violencia contra la mujer».
El presidente ecuatoriano reiteró su visión de un mundo más conectado y con mayores oportunidades para no dar espacio al autoritarismo.
«Lidero un país donde en el pasado la marginalidad y el abandono han sido el caldo de cultivo para las mágicas formas del populismo más predecible. Estoy hablando del mismo populismo que luego se quita la máscara y muestra su verdadero rosto autoritario», señaló Lasso.
CERRAR PUERTAS AL AUTORITARISMO
Por ello, abogó por «un orden mundial en el que todos los ciudadanos se sientan incluidos, conectados y representados, un orden interdependiente donde las oportunidades fluyan libremente de un rincón del planeta a otro».
El gobernante consideró que se debe poner rumbo hacia «un equilibrio donde cada día resulte más difícil para aspirantes a caudillos echarle la culpa de sus fracasos a supuestas asimetrías del orden mundial», y «no cerrar las puertas de las oportunidades detrás de una falsa noción de soberanía que, en realidad, es soberbia».
Lasso también destacó el esfuerzo de su administración por bajar en seis puntos porcentuales los índices de desnutrición crónica infantil en Ecuador, que tiene una de las tasas más altas de la región al afectar a casi el 30 % de los menores de dos años.
Asimismo, definió a Ecuador como el primer país de América Latina en adoptar una política transversal de transición ecológica.
El gobernante concluyó su intervención con un agradecimiento al «abrumador apoyo» en la elección de Ecuador como miembro no permanente del Consejo de Seguridad de la ONU para el periodo 2023-2024, un tiempo «de incertidumbre y retos excepcionales» donde «Ecuador estará ahí cumpliendo su deber con el mundo». EFE