Lasso está aprendiendo a gobernar

Raúl Andrade Gándara

Rochester, Estados Unidos

No cabe duda que Lasso está aprendiendo a gobernar. Que su estilo es cauteloso, que evita enfrentamientos que no puede ganar frente una mayoría opositora que quiere defenestrarlo, y no mide aún la resonancia de sus palabras y sus actos ante un público ávido de resultados rápidos y una prensa crítica y agresiva.

Tiene que rectificar sin duda. Hay varios temas sobre la mesa que requieren seguimiento y aclaración.

Su estrategia de negociación con los indígenas puede ser una manera de atraer sus votos en la asamblea, o puede ser un disparo en el pie. Veremos qué sucede. Lo sensato sería incorporar los acuerdos a la consulta. Eso daría un importante mensaje de legitimidad al País.

La salida de Carrillo y la abstención al informe de Villavicencio molestan a quienes abogan por un enfrentamiento final con el correísmo, y prefieren la pelea frontal a la estrategia aplicada por el gobierno. Pero en esencia, alargar la estadía de Carrillo en el Ministerio era una oportunidad dorada para que el correísmo y sus socios, siempre listos a victimizarse y victimizar, conviertan el juicio político contra el Ministro en una agresión a la Policía, a los jueces y al estado de derecho, para seguir sembrando en el público esa sensación de injusticia que tanto le gusta al fugitivo y sus cómplices.

La salida de Carrillo le ahorró al Ejecutivo otro frente, y dejó nuevamente al correísmo sin argumentos. Un sacrificio necesario que hay que entender.

En cuanto a Villavicencio, su gestión fiscalizadora no debe ni puede convertirlo en un ser infalible, amén del hecho que un informe de 400 páginas que denuncia irregularidades por los cuatro costados es una gran herramienta política, pero no tiene ninguna validez jurídica.

Largo trecho tiene aún que recorrer ese legajo, sujeto al análisis de la Fiscalía y de los jueces. El gobierno tiene una prioridad, que es lograr un arbitraje internacional favorable a los intereses nacionales. Una pelea con el gobierno chino y sus empresas puede convertirse en un boomerang si se prioriza un fallo judicial ecuatoriano sin sustento internacional y objetivo. Sabemos de la cantidad de sobreprecios y abusos que se cometieron en ese proyecto, motivo más para que el tema se trate por cuerda separada por parte de la justicia y de un arbitraje independiente.

Por el monto y la gravedad de los daños, es indispensable que el País se llene de razones para exigir reparaciones de todo tipo.

Hasta allí las razones que abonan a la lógica de los hechos relatados, pero que no justifican varias declaraciones apresuradas, ni los dislates de género que ha cometido Lasso, ni su dudoso sentido del humor en otros temas, aunque de ninguna manera lo descalifican a los niveles que pretenden ciertos “analistas” cuya función no es muy clara ni sus afanes de caos tampoco.

El remoquete cansón de todas las semanas, encaminado a aterrar al respetable sobre los afanes golpistas de los populistas exasperados dejó de ser noticia hace rato. El gobierno y la oposición saben cuáles son sus cartas y cómo jugarlas. Conocemos a Correa y sus fines protervos. Pero el gobierno también tiene herramientas. Es hora de relajarnos un poco y ocupar nuestro tiempo en temas más de fondo para el País, y alejarnos del escándalo mediático al que nos tienen acostumbrados quienes persiguen fines desestabilizadores.

Lasso debe rectificar, pero el público también debe bajar el tono de la crítica y respetar al presidente electo.

Guayaquil, 07 de octubre de 2022. El presidente del Ecuador, Sr. Guillermo Lasso Mendoza, asistió al relevo de mando del Comandante General de la Armada del Ecuador en la ciudad de Guayaquil. Foto: Andrés Reinoso – Presidencia de la República.

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