Verónica Songor, la policía que fue baleada la madrugada del 9 de octubre, mientras cumplía su turno en una Unidad de Policía Comunitaria (UPC) de Socio Vivienda, al noroeste de Guayaquil, ha fallecido a las 16:45 de este domingo 16, según ha informado el Departamento de Comunicación de la Zona 8.
El ataúd que llevaba el cuerpo de Songor, con la bandera del Ecuador cubriéndolo, ha sido recibido con h honores en el Cuartel Modelo de Guayaquil.
La agente, de 24 años, se encontraba en estado crítico como producto los siete balazos que sufrió en la cabeza, el brazo, el abdomen y la pierna que sufrió durante el ataque.
Songor llevaba un año y siete meses de servicio. Era su primera designación en Guayaquil. Los atacantes fueron dos, de acuerdo a los indicios balísticos, según reveló pocas horas después del suceso, el General Víctor Hugo Zárate, Comandante de la Zona Ocho.
Cartel Jalisco Nueva Generación
En el lugar se hallaron panfletos con mensajes intimidatorios contra personal policial. Los atacantes han dejado un «primer mensaje de advertencia» en el que denuncian un supuesto “abuso policial”. «Uno por uno van a quedar muertos, vamos a ir por cada UPC, en cada distritos de cada barrio. Vamos a matar a cada policía que esté abusando de su uniforme», dice el panfleto a nombre, supuestamente, del CJNG.
CJNG son las siglas del Cartel Jalisco Nueva Generación, un grupo mexicano dedicado al narcotráfico y el tráfico de armas.
Según los primeros reportes, otro policía fue también gravemente herido.
El sector Socio Vivienda 2, un asentamiento ubicado en el noroeste de Guayaquil, fue intervenido el pasado 2 de septiembre por cerca de 500 policías y militares para tomar el control de la zona, considerada una de las más peligrosas de la ciudad.
