El momento de unir fuerzas para enfrentar al enemigo

Raúl Andrade Gándara

Rochester, Estados Unidos

El operativo llevado a cabo por las fuerzas del orden ha sorprendido a muchos. En primer lugar a los críticos, aquellos que vociferaban que no había plan ni estrategia. Quedó demostrado que sí la había y se está ejecutando.

En segundo lugar a los analistas, aquellos que critican al gobierno a diario y que hoy brillan por su ausencia. No será por mucho tiempo, porque únicamente están esperando algún otro movimiento para volver a hincar el diente y soltar su veneno.

Pero debo confesar que ha sido muy agradable no tener que leerlos estos días. También ha sido importante identificar a quienes, de buena fe, han criticado la lentitud del gobierno pero hoy tienen la hidalguía de reconocer y aplaudir el cambio de rumbo. ¡Qué diferencia con los primeros, que sufren con los aciertos estatales y desean lo peor para el gobierno para demostrar que ellos están en lo correcto!

No tengo ni que mencionar sus nombres. El país ya los conoce a través de sus columnas, sus entrevistas y sus declaraciones siempre pesimistas, pero sobre todo por su silencio frente a los hechos actuales.

La indeseable práctica del canibalismo político, en la que hemos destacado a través de los años, es probablemente uno de los motivos para que el país se desoriente y no avance. Pocos son los que se informan y leen. La mayoría confía en la opinión y liderazgo de alguien a quien aprecian o escuchan a diario. Error garrafal y profundo, que induce al error y al sectarismo y sobre todo a la ceguera cuando se trata de reconocer los aciertos de cualquier gobierno.

Un examen riguroso de nuestra historia encontrará a todos estos personajes encaramados en el coche de la oposición, gobernando desde la crítica y ansiosos por llegar al poder para aplicar sus recetas radicales, para posteriormente defraudarlos cuando les toca demostrar sus recetas desde el poder.

Aquel viejo refrán del violín y la guitarra adquiere vigencia plena cuando examinamos los discursos de cualquier personaje cuando es oposición y cuando es gobierno. Luego de una enorme cantidad de odios y vilipendios, que han sido la norma para llegar al poder, se estrellan contra las leyes, los intereses o los militares y terminan haciendo lo mismo que los odiados antecesores, con diferencias de forma y de firma.

Pero a pesar de su estruendoso fracaso en la práctica, siguen jodiendo desde la teoría. Claman porque “no les dejaron gobernar“. O porque no estuvieron en el poder “lo suficiente” .

Para quienes miramos un poco más allá de lo inmediato, está claro que el momento no es fácil.

Que intentar pescar a rio revuelto ante la arremetida del narco crimen es una irresponsabilidad tamaña, y que la única posición patriótica es la de la unión frente a la seria amenaza que nos acecha.

Que el Ecuador necesita con urgencia un recambio de su clase política, hundida en el sectarismo, la complicidad y la conveniencia de grupos por encima del bienestar nacional.

Que apoyar al gobierno hoy es lo más sensato y que debe hacerse sin protagonismos personales. Ya habrá tiempo para ponerse en campaña. Hoy es el momento de unir fuerzas para enfrentar un enemigo pernicioso y amenazante. Callen y aprecien el esfuerzo de unas fuerzas del orden maltratadas, disminuidas y atacadas, que sin embargo hacen su mejor esfuerzo para mantener el orden en un país sitiado por la delincuencia y la guerrilla urbana.

Hay que darles nuestro apoyo irrestricto y nuestro homenaje de solidaridad.

El solo hecho de tener esa actitud será un cambio saludable en un país acostumbrado a la mediocre tarea de desgranar el mérito ajeno para beneficio propio. Nunca es tarde para cambiar el rumbo. Apoyemos a quienes lo están intentando.

Santo Domingo (Santo Domingo de los Tsáchilas), 5 de noviembre del 2022.- El Primer Mandatario, Guillermo Lasso, preside la reunión de seguridad en el ECU 911 de Santo Domingo. Aquí se revisan y analizan los resultados de los operativos en el marco del Estado de Excepción decretado en días anteriores en Guayas, Esmeraldas y Santo Domingo. Foto: Bolívar Parra/Presidencia de la República

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