Abuelas de Plaza de Mayo identifican al nieto 132

Las abuelas de Plaza de Mayo encuentran al nieto 132, en diciembre de 2022.

Las Abuelas de Plaza de Mayo anunciaron este miércoles que han logrado recuperar a su «nieto 132» en su larga búsqueda de niños apropiados ilegalmente durante la última dictadura militar argentina (1976-1983).

Se trata de un hombre de la norteña provincia de Tucumán que en 2004 había iniciado la búsqueda de su identidad, luego de que sus hermanos de crianza, tras la muerte de sus padres, le revelaron que no era hijo biológico de estos y le entregaron su documento de identidad original.

Madre, secuestrada

Tras un largo proceso, en la mañana de este miércoles un juzgado de Tucumán le confirmó que no es hijo de la familia que lo crió como propio en Tucumán, sino de Mercedes del Valle Morales, detenida y desaparecida por el régimen militar en 1976, y de un hombre cuya identidad se desconoce.

Mercedes del Valle Morales trabajaba en la finca propiedad de la familia de crianza del «nieto 132».

Con 21 años, fue secuestrada junto a parte de su familia, el 20 de mayo de 1976 en la localidad tucumana de Monteros y su hijo, de apenas 9 meses, estaba el día del operativo en el que también secuestraron a sus abuelos, Toribia Romero de Morales y José Ramón Morales.

Cuatro días después secuestraron a sus tíos José Silvano Morales, Juan Ceferino Morales y Julio César Morales, todos desaparecidos.

Fue una tía abuela materna, Máxima Rita Romero de Morales, quien, con el retorno de la democracia en 1983, denunció la desaparición de toda la familia.

Gracias a estudios de ADN en el Banco Nacional de Datos Genéticos, en 2008 el nieto pudo constatar que Mercedes del Valle Morales era su madre, como figuraba en su DNI.

Tiempo después el Equipo Argentino de Antropología Forense logró identificar los restos de Mercedes en el Cementerio Norte de Tucumán.

Búsqueda del padre

Al joven aún le faltaba constatar si quien le inscribió como hijo propio era verdaderamente su padre.

Dado que el hombre ya había fallecido, la filiación solo podía comprobarse o descartarse mediante una exhumación del cuerpo del supuesto padre, lo que requirió de la intervención judicial.

Finalmente las pruebas de ADN arrojaron que el joven no es hijo de quien lo crió y le confirmó este miércoles «que efectivamente fue víctima de sustracción, ocultamiento y sustitución de identidad en el marco del terrorismo de Estado«, informaron las Abuelas de Plaza de Mayo en un comunicado.

«La causa seguirá abierta para continuar con la investigación sobre el papá del nuevo nieto», indicó la organización.

La historia de Juan José

“Siempre tuve dudas”, dijo Juan José, desde Tucumán, durante una accidentada charla virtual enla que señaló que le llamaba la atención a la gran diferencia de edad con el hombre y la mujer que lo criaron. En 2004, tras la muerte de ambos, sus hermanos de crianza la contaron la verdad y le dieron su verdadero documento de identidad, donde figuraba el nombre de su madre.

Su filiación materna pudo confirmarse seis años después, cuando los restos de Mercedes fueron identificados por el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) en 2010 en el cementerio norte de Tucumán.  

Tras la conferencia, en diálogo con Radio Nacional, Juan contó que “fue un poco complicado y que llevó mucho tiempo”.  “Se puede decir que hoy se cerró una gran etapa de mi vida y esperamos seguir cerrando la que falta”, sostuvo y agregó: “No hay nada mejor que saber de donde viene uno. Recuperar la identidad es algo hermoso”.

Mercedes militaba en el Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT) y vivía y trabajaba junto al resto de su familia en esa finca en la localidad de Monteros, a unos 60 kilómetros al sur de la capital provincial. Tras su secuestro, el bebé fue entregado a los dueños de la propiedad, quienes años después lo adoptado mediante un procedimiento con apariencia de legalidad, aunque nunca le contaron la verdad.

El secuestro de Mercedes, su madre Toribia Romero de Morales, su padre, José Ramón Morales y sus hermanos, José Silvano Morales, Juan Ceferino Morales y Julio César Morales, no fue juzgado aún y forma parte de la investigación conocida como “Zona de operaciones”, sobre los hechos que quedaron afuera de los límites territoriales del Operativo Independencia de Tucumán pero ocurrieron en el mismo período de tiempo.

Antes de fin de año

«Felicidad por la resolución de un nuevo caso antes de fin de año», se indicó en un comunicado publicado en redes sociales por la organización.

Las Abuelas de Plaza de Mayo destacó que «el 2022 finaliza así con la resolución de un nuevo caso, que renueva las esperanzas de este camino de verdad, memoria, justicia e identidad».

«Esperamos que el 2023 nos reciba con muchos más encuentros», señaló la organización, que sigue buscando a cerca de 300 personas cuya identidad fue cambiada cuando eran niños, hijos de personas secuestradas y asesinadas por el régimen militar, y fueron apropiados ilegalmente.

La nueva identificación se concreta luego de que la semana pasada las Abuelas anunciaran el hallazgo del «nieto 131», tras casi tres años sin ninguna nueva identificación. EFE

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