Nueva York, 18 ene (EFE).- El Tribunal Supremo de Estados Unidos volvió este miércoles a validar las restricciones a las armas impuestas en el estado de Nueva York, al rechazar una demanda de varios fabricantes de armas que sostenía que tales restricciones eran anticonstitucionales.
En una breve notificación, el tribunal niega la demanda de los fabricantes que pedían la intervención del Supremo para «mantener las vías abiertas en la lucha por restaurar los derechos civiles», en alusión al derecho al porte de armas protegido por la constitución.
El fallo de hoy confirma el emitido hace solo una semana, cuando el mismo tribunal mantuvo la ley neoyorquina, que autoriza el uso de armas en espacios públicos pero los prohíbe si se trata de lugares «sensibles» como escuelas, centros deportivos, templos, transportes públicos y locales de ocio, entre otros.
Esas restricciones fueron implementadas en Nueva York en septiembre, después de que otro fallo del Supremo eliminase en junio la llamada «excepción neoyorquina» al porte de armas fuera del hogar, que estuvo vigente durante décadas.
Pero el estado de Nueva York impuso otras limitaciones que eran el objeto de la demanda rechazada hoy: exigir ciertas medidas de seguridad para los comercios de armamento, obligar a que todo menor de edad fuera acompañado a la hora de comprar un arma, proveer a la policía de todos los datos de compras de este tipo de productos y pedir requisitos suplementarios para la adquisición de armas semiautomáticas.
La Fiscal General de Nueva York, la demócrata Letitia James, aplaudió el fallo de hoy: «Todos vemos esas noticias que parten el alma de vidas perdidas en nuestro estado de Nueva York por la insensata violencia armada. Sabemos que las leyes de protección contra las armas salvan vidas y protegen a nuestro estado», dijo en un comunicado.
Con estas leyes todavía en vigor, Nueva York sigue siendo uno de los estados más restrictivos con la tenencia de armas, contrariamente a la mayoría de estados en el centro y oeste del país, mucho más tolerantes con su venta y porte en público. EFE (I)