Bolivia registra 3 personas muertas y 9.057 familias damnificadas por lluvias

La Paz, 19 feb (EFE).- Las lluvias e inundaciones registradas en Bolivia en las últimas semanas han dejado hasta el momento 3 personas fallecidas y más de 9.000 familias damnificadas, informó este domingo el viceministro de Defensa Civil, Juan Carlos Calvimontes.

«Son tres departamentos afectados de mayor consideración, entre los 3 suman 15 municipios. Estamos hablando de 9.057 familias damnificadas», dijo Calvimontes en una entrevista con el canal estatal Bolivia TV.

El Gobierno entregó hasta el momento 249 toneladas de ayuda humanitaria a estas familias, con una inversión equivalente a unos 485.000 dólares, indicó.

También se tiene registro de 3 personas fallecidas y 75 viviendas afectadas por las inundaciones, de las que 15 están totalmente destruidas, precisó la autoridad.

Las regiones más afectadas son Santa Cruz, la mayor y motor económico del país, La Paz y el departamento amazónico de Beni.

En cuanto a los cultivos agrícolas, por ahora se tiene registro de 30.756 hectáreas dañadas por las inundaciones, la mayoría se encuentra en los municipios cruceños de San Julián, Cuatro Cañadas y Okinawa I, según Calvimontes.

La soya y el maíz son los productos más dañados, y aunque también «han sido afectadas grandes extensiones de arroz», se tiene la esperanza de que las pérdidas no sean tan fuertes porque ese grano «es más resistente al agua».

El viceministro indicó que por el momento no ha sido necesario realizar evacuaciones aéreas, solamente algunas terrestre y fluviales.

Al margen de la ayuda humanitaria entregada, en algunos municipios como San Julián también se desplazó maquinaria pesada para habilitar rutas para sacar la producción agrícola.

En otras regiones como Tarija, Potosí y Chuquisaca hubo crecidas de ríos con algunos desbordamientos, «pero que no han causado muchos problemas» por ahora.

Las cuencas de los ríos Mamoré y Chapare, que pasan por Cochabamba, Santa Cruz y parte de Beni «están en alerta roja».

También hay reportes de la «crecida significativa» en ríos del sur boliviano como el Pilcomayo, San Juan del Oro, Tumusla y Bermejo, «que ya han llegado a sus niveles máximos y con una lluvia significativa nos pueden traer problemas», alertó Calvimontes.

La temporada de lluvias en Bolivia habitualmente iniciaba entre noviembre y diciembre, pero en esta ocasión comenzó a fines de enero, tras una prolongada sequía que afectó la producción agrícola, sobre todo en el altiplano. EFE (I)

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