El ministro de Relaciones Exteriores de Ecuador, Juan Carlos Holguín, considera que el impasse con Argentina por el anuncio de la retirada de sus respectivos embajadores tras la fuga a Venezuela de la exministra María Duarte, no debe afectar las relaciones bilaterales a mediano y largo plazo.
El martes, Quito anunció la expulsión del embajador argentino, Gabriel Fuks, tras declararlo persona non grata, a raíz de lo cual Buenos Aires pidió el retiro del embajador ecuatoriano, Xavier Monge.
Duarte, que formó parte de la Administración del expresidente izquierdista Rafael Correa (2007-2017), abandonó la residencia de la Embajada de Argentina en la que se había refugiado durante más de dos años y medio para no ir a prisión por una condena por corrupción.
«El hecho de que en este momento declaremos al señor Fuks como persona non grata, de ninguna manera debería afectar las relaciones en el mediano y largo plazo entre Ecuador y Argentina, que son relaciones bajo una base sólida de principios», dijo Holguín en el canal Ecuavisa.
Relación de respeto y confianza
El ministro dijo esperar «que este impasse sea solucionado pronto», y señaló que «un rompimiento diplomático con Argentina no solo no cabía en este momento, sino que sería una medida contraproducente por la gran cantidad de ecuatorianos que tenemos en Argentina» y por las relaciones comerciales.
«Hay que pensar en el mediano y largo plazo que esto se va a solucionar» y volverá «una relación bilateral siempre basada en el respeto, pero sobre todo, en la confianza mutua y en lo que es la clave, la recta intención que deberíamos tener todos los estados, países, en las actuaciones bilaterales», subrayó.
El titular de la diplomacia ecuatoriana apuntó que, por el momento, mantendrán a su encargada de negocios en Argentina, y señaló que están a la espera de los resultados de las investigaciones sobre lo sucedido, «pero sí ha llamado la atención» que Duarte salga de la embajada argentina en Quito, y el martes se presente en la de Caracas.
Aunque el anuncio de la salida de Duarte se conoció la noche del lunes, se desconoce aún cuándo abandono la residencia argentina, así como la forma en que se desplazó a Venezuela, donde el martes se acercó a la Embajada argentina.
Holguín mencionó una «preocupación adicional: quien funge como embajador de Argentina en Caracas es el presidente del Instituto de Pensamiento que, entre otras personas, lidera también el señor Rafael Correa».
Condena a ocho años de cárcel
La fuga de Duarte se dio después de que en diciembre el Gobierno de Argentina, presidido por el peronista Alberto Fernández, le otorgara el asilo solicitado, pero el de Ecuador, presidido por el conservador Guillermo Lasso, se opusiera a entregarle el salvoconducto para que viajara a Buenos Aires sin ser detenida.
Duarte fue condenada en 2020 junto al expresidente Correa a ocho años de cárcel por cohecho como parte del caso «Sobornos 2012-2016», una trama de financiación irregular del entonces movimiento oficialista Alianza País, liderado por Correa, con aportes indebidos de empresas que pagaban sobornos para conseguir contratos de obras públicas.
La exfuncionaria, que ocupó la cartera de Obras Públicas entre el 19 de febrero de 2015 y el 6 de enero de 2017, se considera una perseguida política y niega los cargos en su contra, al igual que Correa, por lo que permaneció refugiada en la Embajada de Argentina en Quito desde 20 de agosto de 2020 hasta la semana pasada. EFE
