El canciller Juan Carlos Holguín compareció ante la Comisión de Fiscalización de la Asamblea luego de la fuga de la exministra María de los Ángeles Duarte de la residencia de la embajada de Argentina en Quito.
Holguín explicó que Duarte estaba bajo la jurisdicción de ese país y que era su obligación reportar cuando una persona requerida por la justicia saliera.
Holguín confirmó que hubo un ‘asado’ el viernes 10 de marzo de 2022 en la embajada, con la presencia del padre del hijo de Duarte y de su novio. Informó que solo ingresaron autos diplomáticos ese día.
Sobre el evento, Holguín contó que también hubo contradicciones en ese ámbito al preguntarle al exembajador de Argentina en Quito, Gabriel Fuks. En un inicio habría dicho que el asado fue el sábado, pero luego se confirmó que fue el viernes.
Fuks no era de confianza para la Cancillería
Fuks fue designado como embajador en 2021, pero recién llegó a Ecuadro en octubre de 2022 cuando se destrabó el trámite en el Senado, según explicó el Canciller.
«Por pedido de Cristina Fernández de Kirchner (se pidió a Fuks que) se comprometa al regreso de María de los Ángeles Duarte», dijo Holguín.
Sobre eso, conversaron y se «intentó recuperar la confianza», indica el titular de Relaciones Exteriores. Sin embargo, con lo ocurrido la relación mutua se deterioró.
Situación diplomática de María de los Ángeles Duarte
Duarte estaba en condición de huésped humanitaria. El asilo humanitario estaba en trámite y todavía habían recursos que subsanar ante la CIDH.
El caso provocó una discusión al interior de la Comisión, donde correístas decían que Duarte es una perseguida política; mientras que el oficialismo le declaraba prófuga de la justicia, al tener una sentencia en el caso Sobornos.
“Para no cumplir la sentencia buscan esos resquicios jurídicos del asilo político o humanitario”, dijo el asambleísta Pedro Velasco.
Holguín dijo que le corresponde a la Fiscalía y Policía poner la alerta para la búsqueda por la Interpol para esa investigación.