El canciller, Juan Carlos Holguín, entregó una cronología incompleta e información reservada a la Comisión de Fiscalización de la Asamblea en relación a la fuga de la exministra de Transporte, María de los Ángeles Duarte, quien estaba refugiada en la Embajada de Argentina en Quito.
Holguín señaló que no solo hubo falta de diligencia “sino en el peor de los casos hubo complicidad” por parte de esa Embajada, lo que permitió a la exfuncionaria del correísmo fugar hacia Venezuela para eludir una condena de la justicia ecuatoriana por corrupción.
Salida de Duarte no se registró «por vía formal»
El ministro del Interior, Juan Zapata, compareció vía telemática y manifestó que la Policía no tiene registros de que Duarte haya salido del Ecuador «por vía formal» hacia Así mismo, funcionario agregó que «inclusive Colombia» no tiene registro de que la exfuncionaria haya ingresado a ese país rumbo a Venezuela.
Por ello, el Canciller mencionó que la Embajada se ha negado a entregar información sobre las bitácoras de entradas y salidas, y sobre las cámaras de seguridad. Señaló que esos elementos se requieren para determinar cómo salió Duarte.
El Ministro llegó acompañado del vicecanciller, Luis Vayas, quien relató que la fuga de Duarte se habría dado después de un asado, entre el viernes o sábado pasado. Señalaron que la Policía tenía resguardo en la parte externa, pero no podía verificar a los ocupantes de los vehículos.
Trato displicente
Vayas señaló que Gabriel Fuks, a quien Ecuador expulsó como Embajador de Argentina en Quito, se comportó “de manera altanera” al responder sobre lo ocurrido, y hasta llegó a decir que él no era carcelero de Duarte.
Según el vicecanciller, el exembajador mencionó, en primera instancia, que el domingo 12 de marzo vio que no estaban las luces encendidas en el lugar que ocupaba la exministra, y que comunicó el lunes 13 en la mañana a la Cancillería argentina que ella ya no estaba.