
La duquesa de Sussex, Meghan Markle, esposa del príncipe Enrique de Inglaterra, ha ganado una batalla legal contra su hermana mayor por parte de padre, Samantha Markle, de 58 años. La hermana pequeña le ha ganado la batalla judicial al desestimarse la demanda que Samantha había interpuesto contra ella por orquestar “una campaña para difamar y destruir la reputación de su hermana y su padre”.
Todo comenzó hace dos años, cuando los duques de Sussex dieron una de las entrevistas más polémicas de la televisión —seguida por 17 millones de estadounidenses— con la presentadora Oprah Winfrey en la que ambos hablaron sobre sus problemas familiares. Un año después, su hermana la denunció por las supuestas difamaciones que pronunció en esa entrevista, donde Meghan llegó a defender que “no tenía relación alguna con su hermana, que eran prácticamente desconocidas”.
Samantha afirmó que todo lo que se dijo en aquella entrevista era una “gran mentira” que se había inventado Meghan y que aquello la sometió a “humillación, vergüenza y odio a escala mundial”. Por todo ello le exigió a través de una demanda 70.000 euros.
Ahora, la justicia le ha dado la razón a la duquesa, que finalmente no tendrá que ir a juicio contra su hermana. La jueza Charlene Edwards Honeywell, del Estado de Florida (EE UU), ha archivado dicha demanda argumentando que Meghan expresó “una opinión sobre su infancia y su relación con su media hermana” y, que al ser un sentimiento sobre cómo vivió su niñez, “no podía demostrarse que era falsa”.
“El tribunal determina que la declaración de la acusada no es objetivamente verificable ni está sujeta a pruebas empíricas. La demandante no puede refutar plausiblemente la opinión de la demandada sobre su propia infancia”, expresa la resolución.
