El instante más oscuro

Diego Montalvo

Quito, Ecuador

«La política es casi tan emocionante como la guerra y no menos peligrosa. En la guerra nos pueden matar una vez; en política, muchas veces».

Winston Churchill

Día I: Comparecencia en el Parlamento

Los interpelantes en la Asamblea del Ecuador estaban afilando uñas y dientes. Claramente tienen una consigna: sacar al Presidente de la República a costa de lo que sea. «¡Fuera, fuera!», gritaban en las galerías mientras los parlamentarios ponentes del juicio hacían su exposición.

«¡Renuncia, renuncia!», gritaban desaforados, con impaciencia y rapidez. «¡Cobarde, inoperante, corrupto, asesino!», chillaban dentro de la jaula de cristal. Querían mostrar una figura desgastada, derrumbada, caduca, de Guillermo Lasso, Presidente Constitucional de la República del Ecuador.

Sin embargo, al entrar, Lasso, mostró su actitud firme, dura, de batalla, de un hombre reacio a retirarse de la jefatura del Estado. Ecuador llevaba nueve meses en guerra con las mafias y el narcotráfico y los decomisos de droga eran enormes —en cuanto a cantidad monetaria y de toneladas de estupefacientes, más de 420, — y tuvo ya la capacidad de dejar las cuentas en orden.

Sus opositores han ideado una trama de corrupción para llevarlo a juicio. El llamado «caso Flopec» y la contratación con Amazonas Tankers, ha puesto a Lasso en el banquillo de los acusados por supuesto peculado. El socialcristiano Esteban Torres y la correísta, Viviana Veloz, empezaron su acusación formal.

El primero intentó imitar a un viejo líder socialcristiano (León Febres Cordero) quien propuso el juicio político al Ministro de Gobierno del Presidente Osvaldo Hurtado, Carlos Feraud Blum, por un contrato con supuesto sobreprecio en la compra de muñecas de trapo para los hijos de policías de la época. El lector supondrá el fin de Feraud Blum, su censura gracias a Febres Cordero.

Hoy, Esteban Torres, cambió la muñeca por un chaleco antibalas, y levantándolo en alto, increpó al presidente Lasso «de no dar equipamiento a la Policía Nacional para defenderse de delincuentes». Aquello está lejos del delito de supuesto peculado que señaló la Corte Constitucional como causal. Veloz, en cambio, usó descalificativos contra Lasso y viejas grabaciones con música de El padrino.

Sainete, show, circo.

Sin embargo, todo empezó horas antes.

***

La mañana del 16 de mayo de 2023 iba a ser distinta. Ecuador despertó con incertidumbre. El día, ligeramente soleado. Un movimiento inusual se gestaba en el Palacio de Carondelet. Desde la madrugada, gente que quería apoyar al Presidente Lasso —y a la democracia del país— decidieron emprender su viaje a Quito desde varias partes de Ecuador.

Poco después, grupos se agazaparon en los exteriores de la Asamblea Nacional. El lúgubre Palacio Legislativo estaba preparado, los ecos resonaban por los pasillos. Era una especie de arena romana donde los acusadores del Primer Mandatario debatirían sobre un «hecho» y le bajarían (o no) el pulgar como en tiempo de romanos. Sin pruebas, sin sentido, sólo por mero capricho. Guillermo Lasso fue a defenderse y hacer frente a las fieras.

Darío se convirtió en el gobernante de Babilonia. Amaba a Daniel y quería hacerlo líder de todo el reino. Algunos de los sabios del rey estaban celosos. Los sabios sabían que Daniel oraba a Dios, por lo que engañaron al rey para que hiciera una nueva ley. Cualquiera que orara a Dios sería arrojado a un foso de leones. Así, por un supuesto «perjuicio» al Estado que dejó 180 millones en FLOPEC, Lasso fue arrojado a los leones (símbolo del Partido Social Cristiano que se alió a los carneros de UNES).

Entonces, Lasso salió de Carondelet, vestido de traje color petróleo, camisa blanca y una pulcra corbata azul oscuro y un pañuelo del mismo color. Pasadas las 11:00 caminó hasta su vehículo oficial, un Chevrolet Tahoe negro sin placas. Salió con delegados, asambleístas oficialistas, ministros de Estado, el vicepresidente de la República, Alfredo Borrero, y desde luego con su esposa, María de Lourdes, quien instantes atrás colocó una foto de ella con Lasso en Twitter, como señal de unión y respaldo emocional y familiar.

Llegó, entonces, al Legislativo. Se apeó del vehículo sin mucha prisa y saludó a los simpatizantes con una sonrisa de cordialidad en el rostro. Tenía que comparecer a las 12:30 de la tarde. Se acomodó el saco y luego extendió los brazos para agradecer.

Mientras atravesaba el patio delantero del edificio, un grito a su espalda se dejó oír: «¡Muerte cruzada; viva el Ecuador; no les tenemos miedo, asambleístas!». Tambores y las sagradas notas del Himno Nacional acompañaron al Presidente. Así llegó al hemiciclo. Asambleístas que apoyan su gestión como Guadalupe Llori, Ricardo Vanegas y Juan Fernando Flores lo abrazaron y corearon su nombre.

Lasso saludó con cortesía, pero breve, al presidente del Legislativo, Virgilio Saquicela. Subió al púlpito y empezó con esta frase: «Han hecho gala de una inventiva sin parangón en la historia de la República, han estirado los límites de la imaginación humana, han creado una situación ficticia que no resuelve los problemas del pueblo ni de nadie»

El presidente de la República, Guillermo Lasso, saluda al presidente de la Asamblea Nacional, Virgilio Saquicela, el 16 de mayo de 2023. Foto Fernando Sandoval / Asamblea Nacional

Dijo admitir que ha sido instructivo ver cómo «se las ingeniaban para tratar de armar una trama medianamente verosímil con hechos que ocurrieron en el año 2018, cuando este Gobierno ni siquiera existía». Tras repasar ciertos hitos de su gobierno, como la vacunación y la incautación de droga, precisó: «No quisiera pensar que estoy aquí por capturar 420 toneladas de cocaína», dijo desafiante.

Aplausos se oyeron en la sala.

Sobre FLOPEC, indicó: «sucedió entre el 2018 y el 2020, tres años antes de que yo asumiera la Presidencia», poco después prosiguió: «No hubo firma de contrato, ni informe de Contraloría pidiendo terminar el contrato, ni indicios de responsabilidad penal. Esto debería ser suficiente prueba de descargo», Finalmente concluyó: «Yo los acuso porque jamás, a lo largo de este juicio, intentaron acercarse a la verdad, sino meramente al poder».

Lasso, para este punto, había recibido ya poyo de europarlamentarios de centroderecha y derecha y de la Organización de Estados Americanos (OEA). Los primeros arremetieron contra el PSC y han intentado presionar a los diputados de esa bancada a cambiar de parecer, situación que evidentemente no pasó.

***

Tras la salida del Presidente Guillermo Lasso, empezó el debate nuevamente a las 15:00. Entre acusaciones, señalamientos y descalificativos entre asambleísta, sueldos «de pobres» y «bancadas que no se han comprado a sí mismas», siguió el «intercambio de criterios». 10 minutos para cada uno de los 137 asambleístas. El tiempo a la gente no le interesa, la habladuría politiquera sigue. Una Asamblea que busca destrozar la constitucionalidad, mermar la libertad, dar un golpe de Estado y la posibilidad de haber hecho un mal cálculo político. Queda, por ahora, todo a merced de la incertidumbre.

AME9492. QUITO (ECUADOR), 16/05/2023.- El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, junto a su esposa, María de Lourdes Alcívar (c-i), y su vicepresidente, Alfredo Borrero (c-d), entre otros, habla ante sus simpatizantes desde el balcón presidencial, hoy, luego de asistir a la Asamblea Nacional a intervenir durante un juicio político de censura en su contra, en Quito (Ecuador). Lasso ratificó este martes ante la Asamblea Nacional (Parlamento) que el juicio político de censura en su contra por presunto peculado (malversación) planteado por la oposición es «infundado». EFE/ José Jácome

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