Rochester, Estados Unidos
Finalmente el Presidente decidió cortar por lo sano. Después de dos años de obstrucción y agresiones, quedó claro que no hay cómo dialogar con el fanatismo ni con los intereses personales.
Si habría que ponerle nota a este gobierno, diría que en lo económico pasó el año con sobresaliente pero necesita repetirlo en lo político.
En todo caso, de cara al País, la salida de los conspiradores era una decisión urgente e inaplazable.
La zozobra se había enseñoreado del día a día y el hartazgo era evidente.
De hoy en adelante, respiraremos un aire diferente.
El Presidente podrá tomar decisiones sin el dogal legislativo y podremos finalmente determinar cuán constitucional es la Corte actual, una de las grandes responsables del actual estado de cosas.
La justicia hará mutis por el foro, hasta ver el desenlace de los distintos planes que tienen en carpeta.
La gran responsabilidad pasa a manos del pueblo ecuatoriano, que tendrá la oportunidad de definir sus nuevas autoridades con la imagen fijada en la memoria de a donde puede llevar la tozudez, la codicia y la ignorancia cuando se alían para desestabilizar a un gobierno elegido democráticamente.
Este simplemente es un paso más en el camino para recuperar una democracia secuestrada por la soberbia y al totalitarismo.
Queda en la retina de los ecuatorianos la vergonzosa alianza entre los correístas y los nebotistas, la conducta zigzagueante de PK y lo anodino de los demás partidos.
Solo un frente unido de cara a las elecciones inminentes permitirá desterrar las veleidades de una minoría correista y nebotista para que entienda que los intereses del País están por encima de los suyos.
Es la hora de la unión en contra de quienes han demostrado su absoluto desinterés por las reales necesidades del Ecuador y han bloqueado permanentemente cualquier esfuerzo para salir del marasmo que ellos mismos generaron.
Que esta herramienta sirva para sembrar un futuro más promisorio para todos y no para seguir propiciando enfrentamientos inútiles para beneficiar a los de siempre.