Comisión presentó propuesta para que el IESS viva 50 años más

Un proceso de cambio “superprogresivo”, cuya transición durará en total unos treinta años, desde que se apruebe la reforma hasta que todos los afiliados ya queden dentro del nuevo sistema es la propuesta de la Comisión Ciudadana de Reforma de Pensiones del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS).

La propuesta, a decir de Augusto de la Torre, coordinador de la Comisión busca hacer posible lo que los ecuatorianos quieren: que el Sistema de pensiones viva unos 50 años más. De lo contrario podría durar entre cuatro o cinco años más debido a la serie de problemas que presenta.

A más de los tres pilares que ya se conocieron de manera superficial y que consiste en cambiar el número de años de aporte de 30 a 35 años (que duraría 10 años).

Además se indicó se debería ampliar el número de mejores años de salario para calcular la pensión (de 5 a 30 años, aumentando un año cada año), y calcular la pensión según los años de beneficio, hay muchas más propuestas.

Las propuestas

Una de ellas es ponerle un techo a la contribución del Estado, que será del 40 % de las pensiones, pero no podrá exceder el 3 % del PIB.

Además la pensión tendrá dos componentes (básica y variable). La primera provendrá justamente del 40 %, pero se repartirá de manera igual a todos los afiliados, mientras que la variable será con base al salario y mediante una fórmula de cálculo.

La propuesta dispone que en seis meses el IESS y Finanzas lleguen a un acuerdo de pago sobre la deuda del 40 % (que está entre $ 2.400 millones y $ 2.600 millones).

También se plantea conformar un nuevo directorio dentro del IESS que se encargue de pensiones y que esté integrado por un delegado de afiliados, otro de jubilados, otro de montepíos y dos independientes. Este no será dirigido por Finanzas.

El actual Consejo Directivo se encargaría del tema de salud.

De la Torre acogió ideas ciudadanas

Estas fueron las líneas gruesas de la propuesta que fue presentada durante casi dos horas por el coordinador de la Comisión, Augusto de la Torre, ante un auditorio conformado por jubilados, académicos y medios de comunicación.

De esta manera, el debate sobre las posibles reformas para que el IESS sea sostenible en el tiempo y que no se llegue a una situación en la que en pocos años más falten los dólares para pagar las pensiones, arrancó este miércoles en el auditorio 1 de la Universidad de las Américas (UDLA Park).

Las primeras reacciones ciudadanas sobre la nueva propuesta legal fueron un espectro amplio de posturas, entre las cuales se hablaba de que la propuesta partía de unos datos equivocados, otros que interpretaban la propuesta como una privatización e incluso quienes decían que se debería desaparecer al IESS.

¿Debería desaparecer el IESS?

Adicionalmente hubo quienes consideraron que no se debería obligar a los trabajadores independientes a afiliarse. Es que en la reforma a la ley dice que un trabajador independiente, para poder facturar debe estar afiliado y así aportar al IVM y al fondo de cesantía.

Sin embargo, no están obligados a afiliarse al seguro de salud si ya tienen un seguro médico privado.

De la Torre explicó que la ley dicta que los independientes están obligados a afiliarse, y que por ello están proponiendo reformas que sea atractivo ser parte del sistema

De la Torre aclaró una vez más que la propuesta no es vinculante y que ahora está en manos del Gobierno, de los futuros gobiernos y de la sociedad civil el qué hacer con la reforma propuesta. 

Si bien se podría echar al tacho de la basura, y no hacer nada, más bien se la debería debatir y buscar una pronta salida, pues la situación del IESS es compleja. 

Por ejemplo, el tema demográfico es un problema, pues para que un sistema viva debe tener ocho aportantes afiliados para mantener a un jubilado. Esto como parte del sistema de cobertura intergeneracional. Sin embargo, para el 2080, por efectos del desarrollo demográfico, en el cual cada vez hay menos niños y jóvenes, habrá solo un afiliado por un jubilado.

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