Protestas en Portugal contra la Jornada Mundial de la Juventud de Lisboa

El papa Francisco en una de las Jornadas Mundiales de la Juventud celebrada en 2013. (AP Photo/Luca Zennaro, Pool)

El cardenal patriarca de Lisboa, Manuel Clemente, dijo hoy que respeta el derecho a protestar durante la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) de Lisboa contra los abusos sexuales cometidos con menores en el seno de la Iglesia católica y que la institución en Portugal está comprometida con «resolver» la cuestión.

«Es una sociedad democrática y el derecho a manifestación es público, por tanto que hagan lo que entiendan que deben hacer dentro de la ley», dijo en rueda de prensa un día antes del comienzo del macroevento católico, que se desarrollará hasta el día 6 con la presencia del papa Francisco.

Clemente respondió así a los carteles aparecidos en Lisboa en los últimos días que recuerdan que en Portugal sufrieron abusos sexuales 4.800 menores en el seno de la Iglesia desde 1950, como desveló este mismo año una comisión de expertos.

«Camino de la JMJ. ¿Quieres participar en las jornadas? Deberías saber que, en las últimas siete décadas, fueron abusados sexualmente más de 4.800 niños en el ambiente de la Iglesia católica en Portugal con el silencio cómplice del Estado», puede leerse en algunos carteles, con los colores y la tipografía oficial del evento.

También han aparecido pintadas con la palabra «pedófilos» en instalaciones para los peregrinos como aseos.

El máximo responsable de la Iglesia en Lisboa insistió en que por parte de la institución hay un «empeño total en resolver esta cuestión» y que todas las diócesis trabajan en ello desde hace años.

Se ha creado una «red de protección y prevención» en este sentido, defendió Clemente, que recordó que también se firmó un contrato de un año en Lisboa con la Asociación Portuguesa de Apoyo a la Víctima (APAV).

La Conferencia Episcopal Portuguesa (CEP) también prometió inaugurar un memorial de las víctimas en el marco de la JMJ, pero la iniciativa fue finalmente aplazada.

Ese memorial buscará no sólo la «reparación», sino también «llamar la atención sobre un problema que infelizmente está latente», dijo el cardenal patriarca.

«Hay mucha gente enferma que puede tener esas manifestaciones (…) El memorial recuerda que existe este problema», señaló.

En el programa oficial de la JMJ no hay ninguna mención de los abusos, aunque el papa Francisco tendrá durante su visita un encuentro con víctimas que se ha mantenido bajo el más absoluto secretismo «por respeto» a los participantes.

«El lugar y el número de participantes es tan discreto que ni yo lo sé», aseguró Clemente.

La respuesta de la Iglesia a los datos de la comisión de expertos sobre abusos ha sido objeto de críticas por parte de la sociedad portuguesa.

En un primer momento, la CEP no actuó para apartar a los sospechosos y dejó la decisión en manos de las diócesis, que poco a poco fueron suspendiendo de funciones a parte de los curas señalados.

Según una encuesta de la Universidad Católica Portuguesa, sólo el 13 % de los lusos cree que su respuesta fue «buena o muy buena».

Otras críticas

La pederastia no es la única razón esgrimida por los críticos con la JMJ, ya que también han aparecido carteles criticando el dinero público destinado al evento, la retirada de personas sin hogar del centro de la ciudad o el empleo de reclusos para construir 150 confesionarios.

La Policía de Seguridad Pública (PSP) anunció que se prohibirán los carteles con «mensajes ofensivos» de grandes dimensiones en los recintos del evento.

Este lunes, durante el informe diario de seguridad, la PSP no adelantó qué tipo de mensajes pueden ser prohibidos y aseveró que es algo «abstracto». EFE (I)

Más relacionadas