Países mediterráneos temen que el impedir que Ucrania exporte cereales traerá una crisis alimentaria

Agronomist farmer is inspecting ripening ears of wheat in field in warm summer sunset. Farm worker analyzing development of cereal crops.

La falta de acuerdo para permitir la exportación marítima de cereales de Ucrania eleva el riesgo de crisis alimentaria en países del norte de África y de Oriente Medio, según el Centro Internacional de Altos Estudios Agronómicos Mediterráneos (Ciheam).

«Hay un alto riesgo de que vuelva a haber una nueva crisis alimentaria en países vulnerables como los del norte de África y de Oriente Medio», declaró el director del Ciheam en España, Raúl Compés, en una entrevista con EFE.

Ciheam es una organización intergubernamental compuesta por trece países, entre los que figuran España, Francia, Italia, Marruecos, Egipto, Túnez y Turquía, con sede en París.

El director analizó el impacto de un año y medio de guerra en Ucrania y la repercusión de la ruptura por parte de Moscú del acuerdo que hasta el 17 de julio permitía la salida marítima de cereales ucranianos desde puertos del mar Negro.

Dicho acuerdo, en el que mediaron Turquía y la ONU, logró, según Compés, invertir la escalada de los precios que se estaba produciendo desde el inicio de la invasión en febrero de 2022.

«Logró frenar a tiempo una situación muy preocupante (…). Unos 32 millones de cereales han salido de los puertos ucranianos y los precios han ido cayendo», recordó.

Por ello, recalcó que es importante que en las próximas semanas se negocie y se consiga que Rusia vuelva al pacto.

Países vulnerables

Compés subrayó que la situación derivada del conflicto en Ucrania es «preocupante a nivel global» y concretamente en el Mediterráneo, en particular en los países del norte de África y de Oriente Medio, la mayoría muy «dependientes de las importaciones de cereales y con riesgos de desabastecimiento».

Como ejemplos citó Egipto, el «primer importador de trigo del mundo», con más de cien millones de habitantes, donde más de la mitad de la población es pobre, o Argelia, primer importador de África de productos alimentarios.

En ellos, añadió, un incremento de precios de materias agrícolas puede tener «consecuencias políticas importantes» y cualquier alteración de los flujos comerciales tiene consecuencias desestabilizadoras.

Tras la covid y en medio de la sequía, apuntó, cualquier «alteración puede ser dramática».

Aunque insistió en el alto riesgo de que puedan surgir nuevas crisis en abastecimiento, comentó que la situación en la actualidad «no es extremadamente grave».

En ese sentido, insistió en que habrá que ver qué ocurre con la falta de acuerdo sobre el grano en las próximas semanas.

Respuestas

Compés indicó que en los países mediterráneos del norte de África y de Oriente Medio las autoridades «son conscientes de los riesgos» y están comprometidas en facilitar el acceso de los cereales a la población, por ejemplo, mediante la subvención de importaciones.

Pero recalcó que al igual que «multitud de crisis», la guerra de Ucrania ha probado «la fragilidad de un sistema alimentario», las dificultades de aprovisionamiento y esto «va a marcar cada vez más las políticas agroalimentarias».

En general, señaló que los países deben pensar en soluciones «a corto, medio y largo plazo» y volver más eficientes sus cadenas logísticas y de distribución en aras de mejorar la capacidad de alimentar las poblaciones y, además, reducir su dependencia externa.

El Ciheam dispone de una red para compartir información entre sus socios sobre las previsiones de los mercados según los aforos de cosechas y de existencias, para «ayudar a los países» a tomar decisiones. EFE (I)

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