Chistian Zurita, quien busca reemplazar en la candidatura presidencial a Fernando Villavicencio, asesinado la semana pasada cuando salía de un mitin político en Quito, opinó este jueves que el resto de la región «no se quiere parecer» a Ecuador, donde ahora se registran altos índices de violencia.
«Los ecuatorianos debemos entender una triste y dura realidad, que es que el resto de la región no se quiere parecer a nosotros. El resto de la región ya no mira al Ecuador como lo que fue, eso es un espacio del pasado que (…) nos va a costar mucho recuperar», anotó en una rueda de prensa con corresponsables extranjeros.
En su opinión, la comunidad internacional «entiende que existe un colapso institucional interno, una falta de decisión».
Ante ello, ve posible establecer nuevas formas de relacionarse internacionalmente, que permitan llegar a beneficios mutuos.
Consideró que a Europa y Estados Unidos les interesará «que la cantidad de droga que sale desde Ecuador, se reduzca», y por ello ve indispensable que sean copartícipes y se comprometan a luchar en conjunto pues el problema es de todos, ya que si en Ecuador hay rutas de salida, del otro lado, hay de entrada.
Militarizar los puertos
Zurita, que está a la espera de que su candidatura quede en firme tras haber sido calificada el miércoles por el Consejo Nacional Electoral (CNE), señaló que está «casi seguro» de que Villavicencio fue asesinado porque anticipó que, de ser presidente, militarizaría los puertos, principal puerta de salida de la cocaína que los narcotraficantes envían a Estados Unidos y Europa.
Zurita, amigo personal y compañero de Villavicencio en investigaciones sobre corrupción, recalcó que si llega a la Presidencia concretarán esa propuesta.
Ecuador se ha convertido en uno de los países de salida hacia Europa y Estados Unidos de la cocaína que se produce en Colombia y Perú, los dos principales productores mundiales de esa droga.
El Gobierno atribuye los crecientes casos de violencia a la lucha por territorios entre grupos criminales vinculados al narcotráfico.
«Ecuador es un ‘narcoestado'»
«Ecuador es un ‘narcoestado'», dijo Zurita antes de hablar de la cantidad de droga que pasa por el país y la que se consume internamente.
Por eso -añadió- «nos matamos en guerras territoriales, donde las diversas bandas intentan tomar posición de los barrios enfrentando familias contra familias, destruyendo todo el tejido social que hasta hace poco existía».
En su opinión, hay «un proceso de deterioro total de las condiciones sociales (…) sobre todo de la costa».
Expresó su esperanza de que esa situación no se extienda a otras partes, como la sierra donde «hay zonas que no conocen esta violencia».
«Hay ciudades que bajo ninguna circunstancia entienden lo que está pasando en la costa, pero esto va a crecer, y eso hay que detenerlo», indicó al destacar la importancia de mejorar el sistema judicial para combatir el narcotráfico y la delincuencia.
«Olvidamos el valor de la vida»
Zurita dijo que no seguir con las aspiraciones de Villavicencio «hubiese sido una traición a su lucha» y «en términos democráticos» hubiese significado, «el silenciamiento de uno de los periodistas y activistas más importantes que ha tenido este país».
«Uno de los graves problemas del Ecuador es que hace mucho tiempo todos ya olvidamos el valor de una vida. Suceden tantos hechos de sangre, que éste se hubiese convertido, en pocos días, en un simple lamento que pasaba al olvido», expresó al pedir que las investigaciones del asesinato mantengan «un ritmo constante».
Para Zurita existe una «mafia transnacional» tras la muerte de Villavicencio, por lo que subrayó que es indispensable la participación de Colombia en las indagaciones del caso, por el que están detenidos seis presuntos sicarios colombianos.
Sostuvo que la seguridad es uno de los temas más importantes para el país, por lo que habló de la necesidad de depurar las instituciones del orden y tomar acciones que requerirán recursos en un país con dificultades presupuestarias: «Será el Gobierno más difícil de todos los tiempos», sostuvo. EFE (I)