Todo comenzó quemando colchones y con una amenaza de fuga masiva. Funcionarios del Centro de Adolescentes Infractores Virgilio Guerrero indicó que el amotinamiento fue encabezado por un chico de 22 años. El joven fue trasladado el pasado viernes y estaría vinculado con Los Lobos.
En pocos minutos, la estructura de madera comenzó a cubrirse de una espesa nube de humo y luego las llamas empezaron a destruir todo.
Carlos Moyano, director de operaciones del Cuerpo de Bomberos Quito, indicó que: «El estado en el que queda es de columnas y pisos caídos. En su mayoría (la estructura) era hecha de madera, entonces deberán entrar las entidades pertinentes a hacer un estudio de cómo queda la estructura».
Así fue el paso del fuego
Primero, las llamas abrazaron el ala oeste del edifico donde se encontraba la sección de administración. Afortunadamente, el personal fue evacuado a tiempo.
Ecuavisa indica que la alerta fue enviada a las 12:00 del 31 de agosto, y rápidamente las motobombas del Cuerpo de Bomberos arribaron para tratar de apagar las llamas. Sin embargo, hubo problemas con la seguridad del centro.
Los menores infractores fueron sometidos por la Policía y los ubicaron en el patio frontal del centro. Por otra parte, los bomberos realizaban su labor.
Hasta el momento, se han identificado a cinco lideres del plan que acabó por consumir el centro carcelario en aproximadamente dos horas.
Los bomberos tuvieron dificultades para acceder debido a la infraestructura construida sin permisos junto al viejo edificio. Además, las autoridades intentaban combatir las llamas por las ventanas.
Finalmente, cuatro jóvenes resultaron heridos y otros 83 se quedaron sin un espacio para cumplir sus respectivas sentencias. Por ello, el servicio carcelario ordenó que todos fueran trasladados a la cárcel de Ibarra, en medio de un completo despliegue de seguridad.