Miami, Estados Unidos
La trata o comercio de personas es un crimen de lesa humanidad que viola los derechos humanos y es al mismo tiempo el negocio más importante de la dictadura de Cuba que ofrece y provee “servicios de internacionalistas” a gobiernos y entidades.
El régimen cubano trafica a sus ciudadanos en áreas de medicina, educación, seguridad y otros servicios con contratos públicos y en operaciones encubiertas, que hoy evidencian la repetición de este sistema de “esclavitud del siglo XXI” dando combatientes a Rusia en la invasión a Ucrania que es la agresión a Europa.
La Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Trasnacional o Convención de Palermo está integrada en su Anexo 2 por el “Protocolo para Prevenir, Reprimir y Sancionar la Trata de Personas, Especialmente Mujeres y Niños”, que establece:
“Artículo 3. a) Por “trata de personas” se entenderá́ la captación, el transporte, el traslado, la acogida o la recepción de personas, recurriendo a la amenaza o al uso de la fuerza u otras formas de coacción, al rapto, al fraude, al engaño, al abuso de poder o de una situación de vulnerabilidad o a la concesión o recepción de pagos o beneficios para obtener el consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre otra, con fines de explotación.
Esa explotación incluirá́, como mínimo, la explotación de la prostitución ajena u otras formas de explotación sexual, los trabajos o servicios forzados, la esclavitud o las prácticas análogas a la esclavitud, la servidumbre o la extracción de órganos”.
El “internacionalismo” como parte de la narrativa de la dictadura de Cuba se define desde el Instituto Superior de Relaciones Internacionales “Raúl Roa García” del régimen, como “La participación de cubanos formando parte de contingentes militares en los procesos de liberación de los pueblos, o prestando servicios de salud y educación que evidencia la existencia de cultura y vocación internacionalista entre amplios sectores de la sociedad, la que se mantiene aun cuando ha cambiado el contexto geopolítico que diera origen a su existencia”.
La dictadura de Cuba tiene probada su operación de trata de personas con el denominado programa “Mais médicos” suscrito con Brasil por medio de la Organización Panamericana de la Salud, el denominado “Barrio Adentro” en Venezuela con el dictador Hugo Chávez, el programa de médicos y educación en Bolivia con Evo Morales repetido por Luis Arce, Médicos en Argentina promovido por el gobierno Fernández/Kirchner, el programa de López Obrador en México y más.
El “Informe de Equipo Médicos Cubanos en Argentina” señala que “La cooperación sanitaria cubana se ha denunciado como trata de personas por cubanos que han ido en las misiones internacionalistas y organizaciones de derechos humanos. Las denuncias incluyen la confiscación de la mayor parte del salario en porcentajes que varían según el acuerdo y el país, usualmente entre el 95 y el 80% del pago…”.
Prisoners Defenders ha probado que el sistema de “internacionalistas” de la dictadura de Cuba es esclavismo, que además de mantener a la familia del esclavo como rehén en la Isla y de someterlo a un régimen de control y supresión de pasaporte y múltiples violaciones de derechos humanos que incluyen sometimiento sexual, tiene “leyes infames” como el Código Penal de Cuba: “Artículo 176.1. El funcionario o empleado público encargado de cumplir alguna misión en otro país que la abandone o, cumplida esta, o requerido en cualquier momento para que regrese, se niegue expresa o tácitamente a hacerlo, incurre en sanción de privación de libertad de 3 a 8 años”
Con el título “Cómo Rusia reclutó mercenarios cubanos para combatir en Ucrania” Infobae ha probado y documentado “Las evidencias de los pasaportes de 189 ciudadanos de Cuba que fueron enrolados en el ejército ruso por el mayor Anton Valentinovich Perevozchikov con la complicidad de la coronel Milián Gómez, agregada militar de la embajada cubana en Moscú”. Todos los elementos prueban “fraude, engaño, abuso de poder, una situación de vulnerabilidad o a la concesión o recepción de pagos o beneficios para obtener el consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre otra, con fines de explotación”…exactamente la tipificación de “trata de personas” de la Convención de Palermo que señala al régimen cubano.
En un intento de coartada a su implicación directa, la dictadura por medio del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba anunció “la desarticulación de la red de reclutamiento de mercenarios para Rusia” con la detención de 17 personas en Cuba, indicando que “la red estaba dirigida desde el exterior”, pero tal ambigüedad y poca claridad solo confirma que la dictadura cubana es la autora y responsable del envío de cubanos a Rusia para sostener la invasión a Ucrania.
La dictadura de Cuba ha sido descubierta en su juego de recibir ayuda y apoyo económico de Europa mientras la agrede con Rusia, apoyando la invasión a Ucrania por la vía diplomática, publicitaria, de inteligencia y ahora con “combatientes internacionalistas esclavos” a los que -para desvincularse- llama “mercenarios”. Vendrá seguramente la condena y eventual fusilamiento de algunos “chivos expiatorios” para que los cómplices internacionales sigan ayudado a su enemigo y dándole impunidad.