Carta a la ministra de Educación

Juan Diego Vivanco Vieira

Baños de Agua Santa, Ecuador

Querida Ministra María Brown Pérez:

Quiero felicitarla y agradecerle por todo el empeño que usted pone y ha puesto en su intento por mantener a flote y de tratar de sacar adelante el sistema educativo de nuestra nación. Sobre todo, y a pesar de, toda esta avalancha de confusión y adversidades; y esta terrible ola de obscurantismo, violencia e inseguridad que hemos estado viviendo. Usted ha venido resistiendo y trabajando arduamente a favor de la educación y en beneficio de la niñez y la educación.   

Quienes la seguimos a través de las redes y los medios de comunicación, podemos dar fe de esta afirmación. Debo, eso sí, confesarle que fui uno de los tantos que condenamos la decisión del entonces flamante Presidente Lasso en elegirla a usted como Ministra de Educación, debido sobre todo a su cercanía y participación en tiempos del correísmo que, así como tuvo algunos aciertos, también tuvo enormes errores que causaron un inmenso daño a la educación, como, por ejemplo:

 a) El muy poco pedagógico y bajo contenido didáctico de los libros escolares entregados por el Estado, como también su marcada tendencia propagandista y de adoctrinamiento político e ideológico, muy similar a los que suelen utilizar los gobiernos autoritarios y las más cruentas dictaduras.

 b) La eliminación de los Institutos Pedagógicos encargados de formar a maestros normalistas, junto con la pésima decisión de desaparecer las Supervisiones de Educación y reemplazar las Direcciones de Educación por las Coordinadoras Zonales y Distritos; que son instituciones ineficientes, burocráticas y obesas, que, más que darnos un buen servicio y cumplir y hacer cumplir lo que demanda la Constitución y la LOEI, son verdaderos muros inaccesibles para los padres de familia  y estudiantes; son instituciones sordas, ciegas y mudas, donde se fragua la complicidad, la corrupción y el quemeimportismo y que en muchas ocasiones,  han estado administradas por gente que desconoce de educación, pedagogía y enseñanza, y que han llegado a ocupar dichos puestos como un favor o una cuota política, que por méritos académicos.

c) La terrible decisión de cerrar más de 5.700 escuelas fiscales y de educación bilingüe, principalmente en el sector rural y la posterior construcción de un gran número de polémicas escuelas del Milenio, mismas que, y en base a trabajos investigativos determinaron que llegaron a costar 116 millones más que lo programado y que la contraloría confirmó en el año 2022, dos glosas por 25 millones de dólares y 37 sanciones administrativas por la construcción de 200 unidades del milenio en el gobierno de Correa, responsabilizando al entonces Ministro de Educación, Augusto Espinosa.

Mismo que estuvo envuelto en el gravísimo escándalo de cientos de denuncias de abusos sexuales a menores en colegios y escuelas, donde la Asamblea de ese entonces logró liberarlo de toda responsabilidad política quedando todo en la más completa impunidad[1]. Afortunadamente, Usted, Ministra Brown, no fue parte de esa pésima administración, pues desde el año 2016 pasó a trabajar y ser parte de la Oficina de la Unesco en Ecuador para luego ser nombrada Directora Adjunta del Organismo en el año 2020.

d) Otro de los errores fue el crear impedimentos y limitaciones a los bachilleres para ingresar a las universidades públicas y no permitirles escoger su carrera (al puro estilo comunista de la vieja y decadente Unión Soviética y Cuba). Cuántos corazones rotos y sueños frustrados de miles de jóvenes que, o bien se vieron obligados a culminar una carrera no deseada, o bien, nunca culminaron sus estudios, engrosando así las cifras de jóvenes desempleados y volviéndolos buenos candidatos para la explotación laboral y fuente de mano de obra barata.

¡Ah!,¿Pero qué con los cupos, las pruebas y las becas? Se dice que aquello era sobre todo y en especial para los hijos de los padres de la revolución ciudadana, los mismos que obtenían las preguntas del Senescyt anticipadas, aquellos que tenían privilegios para escoger universidades cercanas, aquellos quienes dicen, podían ir al exterior a estudiar en las mejores universidades del mundo; aquellos que no tenían que acudir a costosas instituciones privadas para prepararse para rendir un examen que ya desde sus inicios, estaba viciado.

Son estos mismos hijos de los padres revolucionarios los que ahora defienden a aquel gobierno que reprimió y criminalizó las protestas estudiantiles y que hoy quiere volver a hacer de las suyas.

Podría seguir y seguir escarbando y sacando más y más horrores de esta Caja de Pandora, como la implementación de una tabla de umbrales de droga que han convertido a los menores de edad en presas fáciles para el consumo y el micro tráfico de bandas narco criminales. Pero, sacar a relucir todos estos males, no es el motivo central de esta carta, ni tampoco su objetivo, sino solamente el intentar evidenciar la razón de mis temores.

… y dicen que quieren volver y que tienen ya su equipo formado; que ya lo han hecho antes y que lo volverán a hacer… ¡Que la Virgen Santísima de Agua Santa nos libre y nos ampare!

 Pero una golondrina no hace el verano y debe ser una gran responsabilidad y un gran sacrificio el tener que estar al frente de uno de los grupos más representativos de la masa salarial del Presupuesto General del Estado. El área del sistema educativo tiene un peso institucional del 45%, seguida por la Seguridad Pública (22%) y la Salud (16%). Sumadas estas tres áreas, la masa salarial presupuestaria en este año ascendería a los 11.922 millones de dólares según el Programa Fiscal publicada por el Ministerio de Finanzas.[2] Estos casi 12.000 millones de dólares anuales serían distribuidos a más o menos un medio millón de empleados públicos; de los cuales aproximadamente 232.000 corresponden al sector educativo.

Partiendo de esta cifra, sería interesante saber cuántos son los docentes que directamente laboran en las aulas y cuántos son los empleados públicos que trabajan exclusivamente en área administrativa; considerando, sobre todo, el enorme déficit de docentes que hasta el día de hoy todavía padecen las instituciones educativas. Resulta hasta irónico pensar que con las cifras antes mencionadas, el presupuesto destinado a la educación es de tan solo el 3,98% del PIB, que representan apenas un 13,3% del presupuesto general del estado[3].

Según una investigación desarrollada por el Laboratorio de Investigación e Innovación en Educación para América Latina y el Caribe (SUMMA) del 2022, donde usted y la ex ministra Monserrat Creamer (a quién también estimo, respeto y admiro) participan, el gasto público anual por estudiante de educación primaria en Ecuador, según la UNESCO, es 3.8 veces menor que Chile y 8.8 menor que lo que recomienda la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Según el Banco Internacional de Desarrollo, el Ecuador es un país con baja inversión por estudiante.

Sin embargo, el problema no sólo es presupuestario, pues, según el mismo informe investigativo, existen desafíos mucho más preocupantes, como son, los niveles de calidad y aprendizaje, que muestran como resultado, un porcentaje de pobreza de aprendizaje comparativamente alto en relación con la región; en donde el 63% de los estudiantes no logran comprender un texto simple a los 10 años de edad, y según PISA, un 71% de los estudiantes presentan un bajo desempeño en matemáticas.

Estos resultados se deben a que el sistema educativo se encuentra alineado principalmente al cumplimiento de labores burocráticas y tareas administrativas, seguido por un alineamiento caracterizado por buscar objetivos políticos a corto plazo, donde el sistema educativo se utiliza como una herramienta de clientelismo, que trabaja en favor de intereses particulares, en lugar de enfocarse en la búsqueda de aprendizajes. 

En tercer lugar, se resalta el rasgo de selectividad donde se promueve una segmentación al interior del sistema que clasifica a los estudiantes en escuelas y/o niveles educativos que inevitablemente se asocian con la pertenencia étnica y el origen socioeconómico.  Tan sólo en el cuarto y quinto lugar los actores y actividades del sistema se orientan a los logros de los objetivos del aprendizaje y acceso. Este informe debería ser la principal orientación del sistema educativo para canalizar y movilizar esfuerzos colectivos.

Esperemos que, por ejemplo, la iniciativa Colmena del Ministerio de Educación para que la comunidad ejerza su derecho a la participación en la gestión escolar se haga realidad y tenga el eco merecido en todas las Instituciones educativas del país.  

Esperemos que, al igual que su antecesora Monserrat Creamer y usted; quien en su momento la anteceda, tenga también la fuerza, la capacidad y las agallas para querer seguir trasformando la educación pública a un nivel igual o mejor al que se oferta en el sector privado y que se pone en práctica en los países más desarrollados.

Atentamente,

Juan Diego Vivanco Vieira

La ministra de Educación, María Brown, el 10 de junio en la Gobernación del Guayas. API

[1] https://otra-educacion.blogspot.com/2020/01/cronologia-de-las-escuelas-del-milenio.html#:~:text=La%20empresa%20china%20reclam%C3%B3%20una,fueron%20fusionadas%20en%20las%20UEM.

[2] https://www.primicias.ec/noticias/economia/salarios-sector-publico-sube-millones/

[3] file:///C:/Users/Usuario/Desktop/SUMMA-2022-Informe-incoherencias-del-sistema-educativo-ecuatoriano.pdf

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