Una menor de edad que había sido reclutada de manera ilegal presuntamente por una estructura el Estado Mayor Central, el principal grupo de disidencias de las FARC, se entregó de forma voluntaria al Ejército.
La menor, según explicó este martes esa institución en un comunicado, llevaba dos años en las filas de la Estructura Primera Armando Ríos y decidió entregarse de forma voluntaria al Ejército «por los malos tratos que allí recibía».
La joven se contactó con personal militar del Batallón de Infantería de Selva N.° 24 General Camacho Leyva, que opera en el municipio de Calamar, en el departamento de Guaviare (sur), que tras una labor de acompañamiento logró escapar de las filas del grupo disidente.
Esta entrega «deja entrever la práctica sistemática de este flagelo criminal, reclutando menores de edad para realizar diferentes actividades ilícitas, atentando en contra del derecho internacional humanitario y el derecho internacional de conflictos armados (DICA)», estimó el Ejército.
La menor fue trasladada desde el Guaviare para que quede bajo protección del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), quien se encarga de proteger a los menores y de su tutela.
Según las últimas cifras de la Defensoría del Pueblo colombiana, en el primer trimestre de 2023 fueron reportados 23 casos de reclutamiento de menores de edad por grupos armados ilegales, lo que representa un aumento del 53,3 % frente a los datos de 2022.
«Preocupa que la mayor afectación se presenta entre las comunidades étnicas y pobladores de las zonas rurales y rurales dispersas, donde la presencia institucional es escasa y las rutas de atención no cuentan con enfoque diferencial», alertó el defensor del Pueblo, Carlos Camargo.
Por su parte, el ICBF atendió a 2.181 niños y adolescentes desvinculados de grupos armados ilegales entre enero de 2013 y agosto de 2022, según un estudio de ese organismo estatal y del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef). EFE