
Guayaquil, Ecuador
Durante siglos para los judíos ha sido una especie de consigna ir en busca de la tierra de sus ancestros, de su identidad, Israel, la Palestina de la historia bíblica de los tiempos inmemoriales perdidos en la memoria. El retorno de la permanente diáspora de los judíos a la ciudad tres veces sagrada, centro religioso y espiritual de las tres religiones monoteístas: Cristiana, Judía e Islámica.
La Tierra Prometida, la Tierra Santa, convertida en un polvorín, territorio en permanente disputa y enfrentamientos que tiene graves repercusiones geopolíticas que atentan contra la paz mundial. Para entender este problema entre Israel y Palestina, cabe señalar algunos hechos importantes.
El Estado Palestino está fragmentado, por un lado, está Cisjordania y por otro La Franja de Gaza. En Cisjordania está la sede de la Autoridad Nacional Palestina, reconocida internacionalmente, su presidente Mahmut Abbás y el partido mayoritario es Fatah, laico. En 2007 Fatah se enfrentó a Hamás en la llamada guerra civil Palestina, Fatah fue expulsada de la Franja de Gaza.
Hamás es una organización islámica radical, controla la Franja de Gaza desde 2006 en la que ganó las elecciones parlamentarias, desde esa fecha no hay elecciones, el control de Hamás es total. Hamás tiene el apoyo incondicional de Irán, esa teocracia le provee de cohetes, misiles, explosivos y económicamente.
Hamás, no reconoce al Estado de Israel.
La causa Palestina se la debe reconocer y apoyar, el enfrentamiento que se libra ahora no es entre Israel y Palestina, sino entre Israel y el grupo terroristas de Hamás.
El sábado 7 de octubre, sorpresivamente Hamás lanzó un ataque brutal, 5000 misiles lanzaron contra Israel y sus milicianos atacaron a varios asentamientos de judíos cercanos a la parte norte de la Franja de Gaza y lo más grave, masacrados cruelmente alrededor de 250 jóvenes que estaban en una fiesta y asesinaron a civiles y militares, al fin del cruento día se contabilizaron más de 1400 víctimas; además, capturaron y se llevaron al interior de la Franja de Gaza como rehenes a más de dos centenas de mujeres, niños, ancianos y militares judíos.
La legítima y contundente respuesta de Israel, no es contra Palestina, es contra los sanguinarios asesinos y terroristas de Hamás, que desde 2007 tienen secuestrados a 2 millones 300 mil habitantes palestinos que viven en la Franja de Gaza.
El origen de Hamás se debe a la Hermandad Musulmana de Egipto, rechazada en ese país por extremistas, ahora hermanados con esa feroz dictadura de los ayatolas de Irán, con los terroristas del Hesbolá, que tienen secuestrado a Líbano y con el dictador de Siria Bashar al-Ásad, que se sostiene en el poder a sangre y fuego, un sátrapa más, aliado de Rusia e Irán.
Los estatutos de creación de Hamás dicen que Israel debe desaparecer, igual sus mentores, los ayatolas de Irán proclaman que Israel debe ser arrojado al mar.
El Estado de Palestina, reconocido por la ONU, como Estado Observador no miembro, reconoce al Estado de Israel y el presidente Mahamud Abbás, rechaza a la dictadura de Hamás y dice que quiere la paz para el pueblo palestino.
Es de esperar que la paz reine en tierra santa donde coinciden las celebraciones de la Pascua cristiana, el Pésaj (Pascua judía) y el mes sagrado musulmán del Ramadán.
Alberto Molina Flores