El presidente electo de Guatemala, Bernardo Arévalo de León, calificó este domingo como una «dictadura pura y dura» al Gobierno que preside el sandinista Daniel Ortega en Nicaragua, y rechazó la «represión sistemática» que ejerce ese régimen contra sus opositores y críticos.
«Lo que hemos visto en el caso nicaragüense es la represión sistemática, la violación de los derechos humanos de la población que está reclamando un proceso electoral», indicó Arévalo de León en declaraciones que publica la plataforma nicaragüense Confidencial, con sede ahora en Costa Rica, debido a que las autoridades nicaragüenses expropiaron sus instalaciones y privaron de la nacionalidad a su director, Carlos Fernando Chamorro.
En la Nicaragua gobernada por Ortega desde 2007, dijo el presidente electo de Guatemala, se han «eliminado» las instituciones, el balance de poderes, «simplemente por designio de la Presidencia».
«Es decir, estamos viendo la construcción de un dictadura pura y dura» en Nicaragua, sentenció Arévalo de León, quien aseguró que, en su futuro Gobierno, «donde quiera que esté, (vamos) a ser claros que nosotros no aprobamos las políticas represivas que están ejerciendo” en Nicaragua.
Aclaró, sin embargo, que en «el marco de un sistema internacional, en donde es necesario que los Estados, a pesar de esas distinciones, colaboren razonablemente”, trabajará en conjunto con el Gobierno de Ortega.
Presidente electo
El político, de 65 años, fue elegido como presidente de Guatemala el pasado 20 de agosto de 2023, y desde entonces ha denunciado un «intento de golpe» de Estado para impedir que asuma el poder.
En las últimas semanas, el Ministerio Público (Fiscalía) de Guatemala, por medio de acciones judiciales, ha intentado revertir los resultados de los comicios del 25 de junio y 20 de agosto.
Las acciones de la Fiscalía contra el proceso electoral provocaron que durante los primeros 21 días de octubre la población realizara protestas masivas y bloqueos de hasta cien carreteras en todo el territorio para exigir la renuncia de la fiscal general, Consuelo Porras Argueta.
En tanto, Nicaragua atraviesa una crisis política y social desde abril de 2018, que se ha acentuado tras las controvertidas elecciones generales del 7 de noviembre de 2021, en las que Ortega fue reelegido para un quinto mandato, cuarto consecutivo y segundo junto a su esposa, Rosario Murillo, como vicepresidenta, con sus principales contendientes en prisión. EFE (I)