
El cabecilla de la banda R7, especializada en sicariatos, Freddy Marcelo Anchundia Loor, ha sido asesinado en su celda de la Cárcel Regional de Guayaquil, conocida como la Penitenciaría del Litoral, y el hallazgo de su cadáver ha sido informado por el Servicio Nacional de Atención Integral de Personas Adultas y Adolescentes Infractores, SNAI, la noche del miércoles 8 de noviembre, en medio de la violencia desatada desde el martes.
Juan Zapata, ministro del Interior, ha confirmado que el cuerpo hallado corresponde a alias Anchundia, aunque no proporcionó más detalles. De acuerdo con información preliminar, su cuerpo fue encontrado colgado por otros reos.
Anchundia, de 37 años, empezó liderando, alrededor de 2015, una banda dedicada al sicariato en Manabí, específicamente en Pedernales, pero fundó R7 en prisión, junto a Angelo Javier Achilie, alias Negro Angelo, cuando ambos estaban encarcelados en la cárcel de Turi, en Cuenca, según ha documentado la periodista Karol Noroña.
Aunque ya era acusado por la Policía de distribuir pequeñas cantidades de droga en diversas localidades de Manabí, Anchundia adquirió una categoría más peligrosa para las autoridades cuando asesinó a un hombre en La Chorrera, al lado de Pedernales, en febrero de 2015.
Anchundia fue capturado por primera vez en mayo de 2015, mientras celebraba el Día de la Madre en el sector de la Gerónima Tercera Etapa, en Pedernales, según informó en esa fecha el Ministerio de Gobierno. En esa época era identificado como jefe de la banda de Los Anchundia.
Guerra con Los Gatos Secos
Los Anchundia trataban de abarcar el territorio dejado por otro grupo, llamado Los Gatos Secos, que se dedicaba a los mismos delitos y que habían sido desmantelado por la Policía Nacional en el Operativo Ciclón, en 2014.
Supuestamente, la rivalidad de estas dos organizaciones por tener el poder de estos sectores empezó en 2012, cuando Anchundia fue sacado de la banda de los Gatos Secos por problemas internos con el líder de la misma.
Anchundia decidió formar su propia organización conformada por cerca de 50 personas que operaban en toda la provincia. Según los informes de inteligencia, la red delictiva cobraba 3 mil dólares por ejecutar un asesinato. El dinero lo pedían por adelantado y además pedían el arma para cometer el crimen y movilización.
Tras su captura, Anchundia fue trasladado al Centro de Privación de Libertad en Santo Domingo de los Tsáchilas. Después de ser sentenciado, en 2016, fue trasladado a la cárcel de Turi, en Cuenca, donde fundó R7.
Las autoridades han identificado en diversas oportunidades a R7 como subcélulas tanto de Los Lobos como de los Choneros, pero los investigadores del tema creen que en realidad actuaba como una banda independiente.
Asesino en masa
Los R7, y en particular Anchundia, empezaron a aparecer en el radar de los medios de comunicación duranate las dos últimas masacres de 2022: las de la cárcel de Turi, en Cuenca, y la de la prisión de Santo Domingo, donde fueron acribillados y acuchillados decenas de reclusos.
En ese entonces, las autoridades explicaron ambas masacres como una ruptura de la alianza entre los ganaron relevancia en las dos últimas masacres carcelarias de 2022: la de la cárcel de Turi y la de la prisión de Santo Domingo. En los pabellones de máxima seguridad de estas dos cárceles, fueron acribillados y acuchillados 20 y 44 reclusos, respectivamente.
Ambas masacres fueron descritas por las autoridades como consecuencia de la ruptura de una alianza entre R7 y Los Lobos, de quienes se cree que son corresponsales del Cartel de Jalisco Nueva Generación, cuyo negocio es adquirir cocaína en el sur de Colombia para trasladarla a Estados Unidos a través de México.
Desde 2021, aproximadamente, Los Lobos se encuentran en guerra, por el control del corredor por donde se traslada la droga con Los Choneros, corresponsales de ese negocio ilícito del Cartel de Sinaloa, también mexicano.
Tras la masacre, de la prisión de Santo Domingo, Anchundia fue trasladado a la cárcel de máxima seguridad La Roca, no obstante, tras el estallido de un dron en el techo del centro carcelario en septiembre pasado, fue llevado a la Cárcel Regional, donde ahora ha sido asesinado.

