La población francesa ha seguido creciendo pero el ritmo se ha ralentizado desde 2015 por una menor aportación del saldo natural (diferencia entre nacimientos y muertes) y ese ritmo de expansión se ha mostrado particularmente débil en las zonas rurales.
En un informe publicado este jueves, el Instituto Nacional de Estadística (INSEE) señala que la población francesa era de 67.408.000 personas el 1 de enero de 2021, con una progresión media anual del 0,3 % desde 2015, cuando el incremento había sido del 0,5 % entre 2010 y 2015.
Esa ralentización se explica por una menor contribución del saldo natural en todas las regiones, con la sola excepción de Guayana.
Globalmente, la diferencia entre nacimientos y muertes supuso un alza del 0,2 % anual entre 2015 y 2021, la mitad que en el periodo inmediatamente anterior. La inmigración tuvo un impacto positivo menor e igual en los dos periodos: del 0,1 % cada año.
Entre 2015 y 2021, la población en Francia aumentó a un ritmo medio de 203.000 habitantes cada año.
Por regiones, las que más subieron en términos relativos fueron Guayana (1,6 % anual), Córcega (1 %), Occitania (0,7 %) País del Loira (0,6 %), Auvernia Ródano Alpes (0,5 %) y Bretaña (0,5 %).
Por el contrario, vieron reducido el número de habitantes Martinica (al 0,9 % anual) y Guadalupe (al 0,6 %) por un saldo migratorio negativo.
En cifras absolutas, las regiones más pobladas a comienzos de 2021 eran Ile de France (12,32 millones), Auvernia Ródano Alpes (8,11 millones), Nueva Aquitania (6,07 millones), Occitania (6,02 millones), Altos de Francia (6 millones), Gran Este (5,56 millones) y Provenza Alpes Costa Azul (5,13 millones).
La población urbana en Francia creció a un ritmo del 0,4 % entre 2015 y 2021 hasta 45,42 millones, gracias íntegramente al saldo natural, mientras que esa subida fue únicamente del 0,2 % en las áreas rurales hasta 21,98 millones, y eso por un saldo migratorio que permitió compensar un número de fallecimientos superior allí al de nacimientos. EFE (I)