Quito, Ecuador
Una persona que vive con sus abuelos, o tíos que en este momento estén cursando la tercera edad, sabrán lo increíble que es esa experiencia. Pero, sobre todo, por los innumerables temas que uno puede abordar, en especial los de coyuntura actual, como la elección del nuevo presidente o la música de moda.
Tras la salida de Guillermo Lasso del poder, la gente le apostó a un hombre joven para que sea su reemplazo. Es importante reconocer que evidentemente el estilo de ambos es totalmente distinto. Mientras a Lasso le absorbía la imagen de la experiencia y la sabiduría, a Noboa le está rondado una idea de inexperiencia, ingenuidad y poca preparación, incluso de estar “secuestrado” por la Revolución Ciudadana y el Partido Social Cristiano —que ahora son prácticamente lo mismo—.
Es interesante entonces analizar esta idea a través de personas que han vivido grandes cambios políticos y sociales en nuestra República. Resulta fascinante entender como durante la juventud de nuestros abuelos vieron la llegada de Osvaldo Hurtado a Carndelet, y luego en la adolescencia de nuestros padres, la perspectiva de lo que implicó el febrescorderismo.
Tras varias conversaciones uno ha logrado sacar varias conclusiones: Ecuador varias veces ha atravesado complejas situaciones económicas, como el hecho de la decisión de Hurtado con la “sucretización” y el fenómeno de El Niño y los volátiles cambios del sucre que llevó a Jamil Mahuad a enfrentarse a la decisión de dolarizar al Ecuador (eso de que el país atraviesa “la peor situación económica en su historia” es una excusa muy millenial) pasando por un violento grupo de los AVC a los que se enfrentó con valentía León Febres Cordero para destrozar a ese grupo subversivo y expresó una frase sólida: “Con los terroristas no se negocia”.
Por lo que, él ante la amenaza latente de esa guerrilla, contestó a sus acciones violentas de la única manera que era posible: con bala para terminarla casi en su totalidad.
Los abuelos lo toman como héroe a Febres-Cordero, y no es para menos. De no haber tomado esa postura, el país estuviera en un espiral de violencia desde los años noventa como Perú con el Sendero Luminoso y Colombia con las FARC.
Con el paso del tiempo, a los jóvenes de los 90 nos tocó vivir la nefasta presidencia de Rafael Correa. Nuestros abuelos fueron nuevamente quienes defendieron la democracia saliendo a las calles a protestar, así como la generación de nuestros padres, los nacidos en los 60 y 70. La libertad fue siempre un valor más del “adulto” que del joven. Sin embargo, esta idea tras el ligero flaqueo del Socialismo del Siglo XXI con la llegada del libertarismo, figuras como Javier Milei, Nayib Bukele y José Antonio Kast, vieron un nuevo nicho de votantes: jóvenes descontentos con la política tradicional que vieron en estas nuevas figuras representantes de sus ideales.
¿Qué comentan los abuelos entonces de esta nueva tendencia política? A pesar que los ven un poco distantes (y quizá al libertarismo todavía como algo “extraño”) su espíritu democrático es lo que ha conseguido, al menos en Ecuador, que hasta ahora al menos no regrese el correísmo. Sin embargo, la curiosidad de los abuelos —más por su increíble apego al celular y a las redes sociales— por saber de las nuevas corrientes políticas resulta un tema interesante para discutir.
En la mesa, a la hora de la cena, se arman discusiones sobre estos actores políticos liberales y libertarios, el desastre del socialismo, la importancia de la libertad de mercado y la industria. La imagen de Milei, o sus radicales discursos y su manera osca de decir las cosas, desconcierta a muchos adultos mayores. Sin embargo, en el fondo tanto ellos, como nosotros, estamos de acuerdo en que esas son las medidas que deben tomarse.
La casta política le ha hecho mucho daño a nuestras naciones y los Estados ultra adiposos son el nicho del narcotráfico, la corrupción y la ineficiencia. Un país con no más de ocho ministerios sale adelante. La inseguridad se dio simplemente por una reacción de políticos de izquierda para sacar a sus financistas y evitar el desarrollo del país. Tan en contra están de la propiedad privada y la empresa que usan a sicarios y bandoleros para que hagan el trabajo sucio que ellos no quieren (se atreven) a hacer.
Un grupo de la población la tiene muy clara: las protestas de Leonidas Iza y el aumento de la violencia en las calles se dio luego que María Paula Romo (ministra de Gobierno de Lenín Moreno) atacara de raíz el Caso Isspol y señalara a los culpables que saquearon los fondos de la Policía en la época correísta y luego cuando Guilermo Lasso no quiso pactar con el PSC y la Revolución Ciudadana y dejarles impunes en los casos que se los imputa. Así, la vendetta contra Lasso fue además por incautar droga, lo cual no es lucrativo para las mafias y sus financistas.
Son procesos que jóvenes y ancianos vivimos por igual y nos afecta a todos. Nietos y abuelos, si bien no congeniamos en todo, sí que anhelamos un mejor país. El correísmo es el enemigo común de la mayor parte de la sociedad ecuatoriana, su agenda burda desea quedar libres de toda culpa y salir exonerados a punta de metralla y jueces corruptos. Aquello es un hecho inédito en este país. Pero que, así como lo decimos en la mesa cada tarde, no nos daremos por vencidos y seguiremos adelante por esta gran nación.