Artistas latinoamericanos exploran la experiencia del migrante en una nueva exposición en Barcelona

La exposición 'totalmente rostro' en Barcelona.

La exposición ‘totalmente rostro’, de los artistas y cineastas Valentina Alvarado, de Venezuela, y Carlos Vásquez, de Chile, mostrará del 23 de marzo al 26 de mayo en Barcelona la memoria marcada por la distancia de la migración.

El comisario de la exposición, David Armengol, explicó este viernes en la presentación de esta muestra del centro municipal La Virreina que ‘totalmente rostro’ está formada por cuatro salas con proyecciones, cajas de luz con diapositivas que Alvarado describe como «pelis estáticas», collages y espejos.

Armengol resaltó el significado de haber escrito el título en minúscula, algo que «sigue esta idea de que no hay un inicio ni un fin».

La muestra plantea una reflexión respecto a la relación que se establece entre las personas y el lugar que habitan y sobre el sentimiento de pertenencia, cuestiones que ambos artistas abordan desde su experiencia como migrantes, Alvarado desde Venezuela y Vásquez desde Chile.

Las imágenes, algunas recuperadas de sus archivos personales, otras generadas expresamente para la exposición, giran alrededor del cuerpo y el paisaje, dos elementos que, en palabras de Alvarado, «se van encontrando».

«Nos gustaba la conversación entre piel y piedra como cuerpo y paisaje, que resuena con nuestra memoria migrante y nuestro apego al lugar», dijo la artista.

Por su parte, Vásquez destacó que «la exposición pone sobre la mesa un juego de identificaciones de las personas respecto al espacio, que acaban de cerrar los propios visitantes».

«Se invita al juego con el movimiento de los espectadores a través de sombras, reflejos, proyecciones y luces», añadió.

Los artistas destacaron especialmente el papel de los espejos, cuyo reflejo entienden como «una manera de pensar en lo que se genera con la perspectiva de verse a uno mismo», según Vásquez.

El título de la muestra surge de un verso del poeta austriaco Rainer Maria Rilke y la exposición, a juicio del artista, es «un juego de preguntas y de reflexiones» que parte del material que ambos comparten, pero que cada uno puede responder desde su experiencia. EFE (I)

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