La artista boliviana Rilda Paco mezcla la inteligencia artificial, el collage digital y el bordado para protestar contra la violencia machista en Bolivia, a través de una exposición en la que muestra a mujeres exigiendo justicia, migrando o madres enterrando a sus hijas víctimas de feminicidios.
«Más que una muestra en un museo, es una protesta en un museo exigiendo justicia y también para recordar a aquellas mujeres que ya no están», dijo a EFE Paco.
La exposición «Mujer Peligro Mujer» que se exhibe en el Museo Nacional de Arte en La Paz muestra 22 obras de Paco y una instalación con la que pretende reflejar los riesgos que corre una mujer en las calles, en la vida diaria y también el «peligro» que representa una chica cuando interpela, estudia, cuestiona y transgrede.
Paco comentó que las mujeres en muchas ocasiones están «al borde del peligro» de ser violadas, acosadas sexualmente e incluso que les quiten la vida y desde 2013, cuando entró en vigencia la ley para garantizar una vida libre de violencia en el país hasta la actualidad contabilizó 1.106 mujeres que murieron por la violencia machista.
La artista boliviana recordó que ella fue víctima de violencia mediática cuando expuso una polémica obra de la Virgen del Socavón en 2018, la patrona del Carnaval de Oruro declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, lo cual desató amenazas de muerte en contra de ella y su familia, y provocó que fuera hostigada por varios grupos para que calle.
«Me convertí en un peligro para ellos y al ser un peligro tenían que desecharme, tenían que hacer algo para callarme», sostuvo Paco.
Para la artista era «urgente» mostrar a través del arte lo que está pasando con las mujeres y así las personas se cuestionen sobre qué está pasando y qué podemos hacer para que no sucedan estas situaciones.
Es así que decidió explorar con la inteligencia artificial para el «rescate de historias» y crear imágenes de mujeres, la mayoría indígenas, que se mezcla con el collage digital y el toque de color de las obras las da el bordado de palabras, flores o detalles de la vestimenta de las mujeres en cada pieza.
«La despedida«
Entre las obras que destacan está «la despedida» que muestra a dos mujeres indígenas que velan en un cuarto a una persona que está tapada por una sábana, haciendo referencia a las madres que deben enterrar a sus hijas que murieron por la violencia machista.
También muestra a una mujer embarazada que está envuelta en las cintas de «peligro» y flores denominada «esterilización forzosa» u otra en el que se ve a una chica migrante o a las reconocidas Frida Kahlo y Marilyn Monroe dándose un beso, quienes han sido «sexualizadas» por los hombres y que incluso han sido «consideradas peligrosas» por su forma de pensar y actuar, comentó Paco.
Otra de las obras es la imagen que hace referencia a la obra «piedad» en la que se ve a la Virgen María rogando por justicia y atrás están las marchas de las mujeres con un cartel que dice «mamá, si un día soy yo, grita mi nombre por justicia».
Paco junto a otra artista boliviana realizaron una instalación en medio del salón en el que colgaron varias prendas de vestir haciendo referencia a mujeres de distintas edades y clases sociales que llevan flores marchitas y fotografías de las mujeres que fueron víctimas de feminicidio en el país.
Así mismo, se exhibe un video que narra algunos de los casos de feminicidio más emblemáticos en el país, como el caso de Hanalí Huaycho, una periodista que murió en manos de su esposo en 2013 o de la concejala Juana Quispe, quien fue asesinada en 2012 tras sufrir acoso y violencia política.
A juicio de Paco todos los casos tienen una situación en común: exigen justicia o la encontraron después de muchos años de resistir los largos procesos para que haya una sentencia.
El último reporte de la Fiscalía General del Estado señala que en dos meses de este año se reportaron 12 casos de feminicidio en el país. EFE (I)