Daniel Noboa “americaniza” Ecuador mientras su oposición no logra descifrarlo

Diego Montalvo

Quito, Ecuador

El presidente Daniel Noboa tras el informe a la nación del pasado 24 de Mayo, trazó una cancha comunicacional no sólo para él sino para sus opositores políticos y sociales. No obstante, la crítica a su escueto mensaje ronda en lo que Noboa, en apariencia quiere que hable todo el mundo, incluyendo sus rivales. Resaltó, de toda la jornada, dos aspectos concretos: los muñecos de cartón y los zapatos Prada que usó para dar un mensaje de la seguridad que está llevando a cabo el Gobierno Nacional.

El hecho que Daniel Noboa haya nacido en Miami y haya transcurrido parte de su vida en Estados Unidos, podría dar una pista de su enfoque tanto político como comunicacional. Para el estadounidense la comunicación es primordial: “lo que no se comunica no existe”. Pero, empezando que Noboa declaró a grupos delincuenciales “terroristas”, se ve una clara influencia de su lado anglo. Pues para el gringo promedio todo es “terrorismo” y el presidente capitalizó el terror ciudadano para sacar a militares y policías a las calles. Arrestó a cabecillas de bandas (narcoterroristas) y mostró una acción contundente contra la inseguridad. Con el tema de la “guerra interna” movilizó artillería y las imágenes de militares saliendo de Quito, parecían como si fuera una película de la Segunda Guerra Mundial, donde soldados se movilizaban para matar enemigos internos —como nazis o grupos subversivos—. En definitiva, Noboa espectacularizó la seguridad y la volvió una bandera de unión ciudadana, algo parecido a la estrategia de Donald Trump, quien mira a un enemigo común para crear su “Be America Great Again”.

Luego, los acuerdos con Estados Unidos se fortalecieron, algo más que lógico, y bajó el riesgo país. Posteriormente, tras entrar a la Embajada de México, previo a la consulta popular que ganó 9 preguntas de 11, demostró en imágenes un poderío policial sin precedentes y como en una película de mafia, las fuerzas del orden arrestaron al criminal Jorge Glas, que se refugiaba en la sede diplomática, y lo sacó casi a rastras. El embajador mexicano, Roberto Canseco, al querer “salvar” a Glas, quedó más en ridículo y el Tik-Tok hizo su magia para ridiculizarlos.

Esteban Torres, viceministro de Gobierno, aparece rasurado dejando atrás su peculiar barba, y tras él se lee en una placa de cristal “Palacio de Carondelet” con dos banderas de Ecuador a los extremos, simulando a la perfección las ruedas de prensa que da la Casa Blanca. Nuevamente, el discurso de “estamos americanizando Ecuador” queda explícito. Acompaña que Torres dijo cosas muy contundentes: Eliminó —el cambio de nombre es más tongo— el Ministerio de la Mujer y criticó a la Human Rights Watch sobre cómo Ecuador trata a los presos y delincuentes. Torres señaló que detrás está George Soros y que esa ONG y otras más están más al servicio del criminal que de la gente honesta.  

La oposición de Noboa no logra alcanzarle el hilo para bajarle la popularidad, porque el millenial comunica con imágenes y casi sin palabras. Cuando la consulta salió victoriosa, Noboa se tomó una foto caminando sujetando su conocido muñeco de cartón. ¿Cómo refutar una imagen, algo que no se comunica tradicionalmente pero cuyo mensaje es claro y entendible para las audiencias sobre todo jóvenes? Esa es la pregunta del millón que quiere descifrar su oposición tanto de la izquierda como de la derecha, la cual, hasta ahora, dicho sea de paso, no ha podido resolver.

La popularidad del presidente se mantiene intacta, no sólo por su personalidad y forma de comunicar, sino porque sus burdos oponentes no piensan con cabeza fría cómo lograr contrarrestar su corto y contundente mensaje y caen en lugares comunes como “es hora que deje comunicar y haga”, o “es un Nobita así nomás” hasta el “aprendiz de Calígula” del prófugo Correa. En sí nada que cale en las masas.

Es curioso como sus detractores tratan de alejarse del discurso oficial, pero de una manera u otra caen en la trampa de Noboa y comunican lo que quiere. Analistas tampoco dan pie con bola sobre cómo el presidente maneja el Gobierno y él seguramente se les reirá viendo la televisión.  Lavinia, por su lado se cree una reencarnación de Lady Di y está logrando mantener ese mensaje y figura gracias a las noticias y a su imagen diaria de redes sociales. Nadie logra capitalizar ni una comunicación ni un capital político para vencerlo. Veremos, el tiempo se agota, las campañas se acercan y el enigma debe ser desentrañado para cualquiera que quiera medirse a Daniel Noboa en el 2025. 

Quito, 24 de mayo de 2024.- El Presidente, Daniel Noboa Azin, asistió a la Asamblea Nacional para presentar el informe a la nación de 2024. Foto: Eduardo Santillán/Presidencia de la República

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