Quito, Ecuador
Tras ver la gran acogida que el presidente argentino tuvo en España, es evidente que este país necesita un Milei y de manera urgente. Evidentemente, Argentina era el país más urgido de por un Milei y lo coronó presidente. España debería venir después. Países con sociedades en la debacle necesitan un presidente como él que recomponga la situación o el despeñadero a muy corto plazo estará allí. Si Pedro Sánchez —testaferro de Correa, Maduro, Morales, Díaz Canel y Ortega— mantiene su reino de hambre y corrupción, España simplemente desaparece del mapa, como Nicaragua, Cuba o Venezuela, por lo que un «mileísta» es urgente en el país ibérico.
A España le urge un presidente que no le tema decir y hacer lo necesario para sacarla del fango social y político a lo que históricamente fue uno de los imperios más importantes no sólo de Occidente sino del mundo y hoy es sólo una minúscula sombra de lo que fue, siendo hoy un peligro para la seguridad interna de Europa por la violencia creciente y la toma de la corrupción y del narcotráfico en las altas esferas del poder y el colectivismo y la pedofilia como maneras de acción. La sociedad española pasó de producir intelectualidad a no tener valores mínimos de convivencia. El respeto, la familia y la posibilidad de hacer amigos quedó para un individualismo repugnante donde nadie hace nada por el otro y esperan lograr algo, algo que evidentemente es imposible y solo consigue que sea un país que se siga subdesarrollando y aumente la pobreza.
Estados Unidos podría seguir en segundo lugar entre las naciones que merecen un Milei de carácter urgente. Otra sociedad descalabrada, tomada por asalto por Hamás y el colectivismo, sin valores mínimos ni manera de convivencia además de una economía desacelerada y una sociedad cada vez más tercermundista, implica que si un político no toma las riendas adecuadas, veremos posiblemente el fin de un imperio cultural, económico y democrático llegando también a su fin.
El tercer país es Canadá, que tampoco se distancia de los dos primeros así como también implica imperante que México, Bolivia, Chile y la propia Venezuela cambien de timón de manera urgente, hacia la libertad y la recomposición social. Veremos Colombia luego del guerrillero Petro.
¿Ecuador necesita un Milei?
Este es posiblemente un debate muy interesante. Actualmente la sociedad ecuatoriana no se ha hecho ver con la necesidad de tener un Milei en el poder, al menos no de manera urgente, pero sí busca un cambio político nuevo. Circunstancia que permitió que el millenial Daniel Noboa llegue a la presidencia y se mantenga, hasta ahora, con buenos números de aceptación y siendo uno de los más representativos de la región.
La razón es que a diferencia de los países del supuesto «Primer Mundo», Ecuador se blindó de que el Socialismo del Siglo XXI gobierne eternamente como lo hacen en otros continentes y países. Además, el feminismo, el colectivo GLBT, la inexistente presencia árabe radical islámica, que ya está en otras partes, está muy al margen de las decisiones políticas y de políticas públicas (a Dios gracias). Añadiendo que al ser un país dolarizado, el bajo costo de vida y una de la más bajas inflaciones del planeta, nos ha permitido un respiro social. Aumentando que la familia y los amigos al ser pilares sociales fundamentales, ha hecho que valores mínimos de convivencia no se pierdan. Una especie de «conservadurismo» que nos evita el descalabro social y que nos permite transitar por aguas mucho más calmadas y mezclarnos con los propios y los de afuera. Eso nos ayuda a hacer amigos y tener relaciones de pareja más fácilmente.
Quizá, si Ecuador mantenía por más tiempo el Socialismo del Siglo XXI evidentemente necesitábamos también un Milei, pero por ahora hay países que lo necesitan con más urgencia que nosotros.